CIUDAD DE GUATEMALA, 15 ene (BelTA - Prensa Latina) - Miles de
peregrinos continuarán llegando hoy a la Basílica del municipio
Esquipulas, departamento de Chiquimula, en Guatemala, para venerar la
imagen del Cristo Negro, festividad declarada Patrimonio Cultural de la
Nación.
Las puertas de la Basílica estarán abiertas todo el día para dar paso, como cada año en torno a esta fecha, a largas filas de personas deseosas de recibir la bendición, confesarse, hacer promesas, agradecer por los milagros o pedir uno.
La municipalidad, según los organizadores, se preparó con un ambicioso plan de medidas de seguridad, turísticas, gastronómicas y hasta sanitarias.
Si bien es cierto –agregaron-, que a diario llegan hasta la “Capital Centroamericana de la Fe” viajeros de diferentes países (mayormente locales, de Honduras, El Salvador, México, entre otros), es a partir de este miércoles cuando se espera la mayor afluencia.
La víspera, comenzaron las celebraciones con la procesión del Cristo Negro por los alrededores de la iglesia y en la medianoche se realizó la tradicional serenata.
El Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) estimó la llegada de 230 mil visitantes por los festejos, que incluyen caminatas con sombreros típicos, candelas y veladoras encendidas para una petición especial o bendecirlas como un recuerdo y protección.
Datos del Inguat expusieron que anualmente viajan hasta ese lugar alrededor de cuatro millones de personas, y de ellos en el entorno de 1,5 especialmente durante enero.
Historiadores ubican el nacimiento de la solemne celebración alrededor de 1595, cuando el escultor de origen portugués Quirio Cataño llevó a la entonces villa la imagen tallada por sus manos.
Posteriormente, se traslada a la iglesia en enero de 1759 y con el transcurso de los siglos, ese madero del Cristo crucificado se convirtió en un ícono de la fe católica.
Desde Guatemala hasta Esquípulas una peregrinación a inicios de febrero complementa todos los años el homenaje: la Caravana del Zorro, peregrinación en motocicleta más grande del mundo, declarada también Patrimonio Cultural Intangible.
Las puertas de la Basílica estarán abiertas todo el día para dar paso, como cada año en torno a esta fecha, a largas filas de personas deseosas de recibir la bendición, confesarse, hacer promesas, agradecer por los milagros o pedir uno.
La municipalidad, según los organizadores, se preparó con un ambicioso plan de medidas de seguridad, turísticas, gastronómicas y hasta sanitarias.
Si bien es cierto –agregaron-, que a diario llegan hasta la “Capital Centroamericana de la Fe” viajeros de diferentes países (mayormente locales, de Honduras, El Salvador, México, entre otros), es a partir de este miércoles cuando se espera la mayor afluencia.
La víspera, comenzaron las celebraciones con la procesión del Cristo Negro por los alrededores de la iglesia y en la medianoche se realizó la tradicional serenata.
El Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat) estimó la llegada de 230 mil visitantes por los festejos, que incluyen caminatas con sombreros típicos, candelas y veladoras encendidas para una petición especial o bendecirlas como un recuerdo y protección.
Datos del Inguat expusieron que anualmente viajan hasta ese lugar alrededor de cuatro millones de personas, y de ellos en el entorno de 1,5 especialmente durante enero.
Historiadores ubican el nacimiento de la solemne celebración alrededor de 1595, cuando el escultor de origen portugués Quirio Cataño llevó a la entonces villa la imagen tallada por sus manos.
Posteriormente, se traslada a la iglesia en enero de 1759 y con el transcurso de los siglos, ese madero del Cristo crucificado se convirtió en un ícono de la fe católica.
Desde Guatemala hasta Esquípulas una peregrinación a inicios de febrero complementa todos los años el homenaje: la Caravana del Zorro, peregrinación en motocicleta más grande del mundo, declarada también Patrimonio Cultural Intangible.