Para entender la carga emotiva del encuentro hay que remitirse al 4 de octubre del 2020, cuando por la tercera fecha de la Liga ambos equipos debían medirse y los napolitanos no se presentaron al encuentro por tener tres casos positivos a la Covid-19.
La Juventus saltó al campo en el día y la hora previstos y la Serie A decidió dar los tres puntos al vigente campeón de Italia por la no presentación de su oponente.
Esta decisión suscitó una reclamación del elenco al que engrandeciera el recién fallecido astro argentino Diego Armando Maradona, que finalmente terminó en la reprogramación del encuentro y el retiro de las tres unidades a la Juve, ahora quinto lugar de la Liga con 33 puntos.
La vuelta atrás por parte del organismo rector en el fútbol italiano no sentó bien en Turín y para atizar aún más el encuentro, el Nápoles solicitó aplazar la Supercopa debido a su apretado calendario en el mes de enero.
Con todo este debate ambos conjuntos llegan al partido con un título en juego, Andrea Pirlo al frente de la Juventus muy cuestionado por una fanaticada resistente a entregar el escudetto que atesora por nueve años en línea, y Gennaro Gattuso en busca de regalar a sus parciales uno de los trofeos que Maradona ofrendó a la sureña ciudad hace más de 28 años.
Para este partido la Juventus tratará de hacer funcionar la dupla de Cristiano Ronaldo y Álvaro Morata, la apuesta más regular de Pirlo en toda la campaña, y que no ha conseguido un rendimiento estable.
Por otro lado Gattuso, fiel a lo que fue en sus años de jugador, intentará frenar a su rival con un doble pivote y una línea de tres hombres por detrás de su delantero centro, que pudiera ser Lorenzo Insigne.
Dos grandes clubes , detrás de un gran título, en una gran nación, con una gran polémica.
