LA HABANA, 14 jul (BelTA - Prensa Latina). - Habana Espacios Creativos arribará el próximo 24 de julio a sus tres años, convertido en una botica que promueve hoy en Cuba el arte joven.
La entidad, enclavada en la parte más añeja de la capital cubana, arribará a su tercer aniversario con un ciclo de paneles y una feria para el emprendimiento con fecha inaugural prevista para el 22.
Según el sitio digital Habana Cultural, de la Oficina del Historiador de la Ciudad, el encuentro pondrá a debate «los principales retos y desafíos en estos años de trabajo» y contará con la intervención de artistas, emprendedores y colaboradores.
Los organizadores auguran un jornada de fiesta hasta el propio día que evoca su fundación, pero también un momento de revisar las virtudes y los desafíos durante estos años dedicados a la creación artística joven.
Esa, precisamente, ha sido la principal motivación del centro desde su génesis: desarrollar iniciativas e impulsar proyectos derivados de la colaboración entre creadores de diferentes disciplinas y manifestaciones del arte.
«Nuestra idea es apoyar a los jóvenes, que muchas veces salen de las universidades u otros centros formativos con deseos de llevar a la práctica sus ideas (…) para avanzar», fueron las palabras en el acto de su constitución.
En la ceremonia inaugural aquel julio de 2019, la Directora del Centro de Gestión Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, Katia Cárdenas, se refirió al carácter colaborativo con otras áreas, su implicación social y trascendencia cultural.
Y así fue, Habana Espacios Creativos es casa para el aprendizaje seguro y divertido, el sitio donde confluyen en armonía el diseño, la música, las artes escénicas y visuales, los videojuegos, la gestión cultural y otros múltiples proyectos.
De acuerdo con los especialistas, su concepto se articula con las llamadas “incubadoras” que brindan «acompañamiento a proyectos incipientes mediante la capacitación en temas legales, económicos, de diseño de proyectos, marketing, entre otros».
En este edificio Art Decó, que fuera antes «parte de la industria farmacéutica del emporio Sarrá», emergen las ideas, no por difíciles, imposibles, se tejen alianzas y se hacen realidad los sueños de muchos jóvenes que ponen allí cauce a su imaginación.
