BOGOTA, 6 jun (BelTA - Prensa Latina) - El hallazgo de gigantescos
dibujos realizados en enormes piedras por un grupo de científicos en un
sitio fronterizo entre Colombia y Venezuela disputa la condición
como el grabado rupestre más grande del mundo.
El descubrimiento tuvo lugar en los Rápidos de Atures, situados en el Orinoco Medio, un territorio donde el cauce del tercer río más caudaloso del orbe separa a las dos naciones sudamericanas.
Allí un equipo de arqueólogos documentó los grabados, que abarcan entre 25 y 40 metros de largo y representan a colosales serpientes, ciempiés, figuras geométricas y formas humanas.
De acuerdo con los entendidos, estos dibujos pudieron ser utilizados para marcar las ubicaciones de tribus indígenas prehistóricas, lo que arroja datos actualizados acerca de las costumbres de los antiguos humanos que habitaron esta zona hace miles de años.
“Las serpientes generalmente se interpretan como bastante amenazantes, por lo que el lugar donde se encuentra el arte rupestre podría ser una señal de que estos son lugares que demandan respeto”, explicó Phil Riris, principal autor del estudio publicado en la prestigiosa revista Antiquity.
Añadió que los grabados podrían haber sido utilizados por grupos prehistóricos como una forma de marcar el territorio, comunicarle al resto de quienes por allí pasaban que este era su espacio y demandar de esta manera un comportamiento adecuado.
Si bien aún no se establece con exactitud de qué fecha podrían datar los dibujos, los motivos tallados en la piedra coinciden con restos de cerámica de la región con una antigüedad estimada de unos mil años, pero no se descarta que algunos sean incluso más viejos.
El equipo multidisciplinario que realizó el hallazgo estuvo integrado por la Universidad de los Andes (Colombia), la Universidad de Bournemouth y el University College de Londres, estas últimas ambas de Reino Unido.
El descubrimiento tuvo lugar en los Rápidos de Atures, situados en el Orinoco Medio, un territorio donde el cauce del tercer río más caudaloso del orbe separa a las dos naciones sudamericanas.
Allí un equipo de arqueólogos documentó los grabados, que abarcan entre 25 y 40 metros de largo y representan a colosales serpientes, ciempiés, figuras geométricas y formas humanas.
De acuerdo con los entendidos, estos dibujos pudieron ser utilizados para marcar las ubicaciones de tribus indígenas prehistóricas, lo que arroja datos actualizados acerca de las costumbres de los antiguos humanos que habitaron esta zona hace miles de años.
“Las serpientes generalmente se interpretan como bastante amenazantes, por lo que el lugar donde se encuentra el arte rupestre podría ser una señal de que estos son lugares que demandan respeto”, explicó Phil Riris, principal autor del estudio publicado en la prestigiosa revista Antiquity.
Añadió que los grabados podrían haber sido utilizados por grupos prehistóricos como una forma de marcar el territorio, comunicarle al resto de quienes por allí pasaban que este era su espacio y demandar de esta manera un comportamiento adecuado.
Si bien aún no se establece con exactitud de qué fecha podrían datar los dibujos, los motivos tallados en la piedra coinciden con restos de cerámica de la región con una antigüedad estimada de unos mil años, pero no se descarta que algunos sean incluso más viejos.
El equipo multidisciplinario que realizó el hallazgo estuvo integrado por la Universidad de los Andes (Colombia), la Universidad de Bournemouth y el University College de Londres, estas últimas ambas de Reino Unido.