SANTI SPIRITUS, 26 sep (BelTA - Prensa Latina) - La naturaleza de las
montañas cubanas sigue siendo hoy única, sus bosques entre quebradas,
colinas y valles, surcados por riachuelos con sus cascadas, cobijan una
gran biodiversidad y protegen el cambio climático.
Un ejemplo de esa riqueza nativa es el Parque Natural Protegido Topes de Collantes como parte del grupo montañoso Guamuhaya o Sierra del Escambray, que une a tres provincias del centro del país: Sancti Spíritus, Cienfuegos y Villa Clara.
El nombre nativo de Guamuhaya, según estudios de especialistas, es de raíz arahuaca -familia de lenguas indígenas de América-,y lo integran las palabras: “gua” (nacimiento); “mu” (desarrollo) y “haya” que en español significa lugar de desarrollo.
Con el tiempo, se dice que más de un siglo, su mote se va perdiendo entre los montañeses y comienza su nombre más propagado a trazar la ruta de la Sierra del Escambray.
En territorio es el tercero de esta tipicidad en Cuba, solamente superado por la Sierra Maestra, en el oriente, y la Cordillera de Guaniguanico, en el occidental.
Del conjunto espirituano, afirman espeleólogos del Grupo Sama, emergió hace millones de años el Pico San Juan como la mayor cumbre, con mil 140 metros sobre el nivel del mar en el centro de Cuba.
Guamuhaya es una zona protegida, privilegiada de tener a sus pies a la tercera villa cubana La Trinidad y el Valle de los Ingenios, declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1988 por la Unesco.
Sus riquezas originarias se conservan en un radio de más de 100 kilómetros cuadrados y un punto máximo de 800 metros sobre el nivel del mar, en Topes de Collantes, convertido en un complejo turístico, administrado por el Grupo de Turismo Gaviota SA
Entre sus encantos están cuevas, ríos, desriscas y saltos de agua, con una de sus mayores cascadas conocida como Caburní, la más famoso al centro del país, que une las alturas del norte y el sur del sistema montañoso.
Una de las principales delicias es su microclima, los amaneceres donde predomina la niebla baja con un ambiente fresco durante todo el día, entre 16 y 25 grados centígrados.
En este medio, los helechos arborescentes, las flores vernáculas y las plantas aromáticas y medicinales crecen debajo de los árboles maderables como el cedro, la caoba, los eucaliptos y los algarrobos, entre otros.
Su fauna silvestre tiene aquí sus principales centros de reproducción de la cotorra (guacamayo cubano), los periquitos verdes, la torcaza, el carpintero jabado, el zunzún y las aves de rapiña como el Gavilán pollero.
Un ejemplo de esa riqueza nativa es el Parque Natural Protegido Topes de Collantes como parte del grupo montañoso Guamuhaya o Sierra del Escambray, que une a tres provincias del centro del país: Sancti Spíritus, Cienfuegos y Villa Clara.
El nombre nativo de Guamuhaya, según estudios de especialistas, es de raíz arahuaca -familia de lenguas indígenas de América-,y lo integran las palabras: “gua” (nacimiento); “mu” (desarrollo) y “haya” que en español significa lugar de desarrollo.
Con el tiempo, se dice que más de un siglo, su mote se va perdiendo entre los montañeses y comienza su nombre más propagado a trazar la ruta de la Sierra del Escambray.
En territorio es el tercero de esta tipicidad en Cuba, solamente superado por la Sierra Maestra, en el oriente, y la Cordillera de Guaniguanico, en el occidental.
Del conjunto espirituano, afirman espeleólogos del Grupo Sama, emergió hace millones de años el Pico San Juan como la mayor cumbre, con mil 140 metros sobre el nivel del mar en el centro de Cuba.
Guamuhaya es una zona protegida, privilegiada de tener a sus pies a la tercera villa cubana La Trinidad y el Valle de los Ingenios, declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1988 por la Unesco.
Sus riquezas originarias se conservan en un radio de más de 100 kilómetros cuadrados y un punto máximo de 800 metros sobre el nivel del mar, en Topes de Collantes, convertido en un complejo turístico, administrado por el Grupo de Turismo Gaviota SA
Entre sus encantos están cuevas, ríos, desriscas y saltos de agua, con una de sus mayores cascadas conocida como Caburní, la más famoso al centro del país, que une las alturas del norte y el sur del sistema montañoso.
Una de las principales delicias es su microclima, los amaneceres donde predomina la niebla baja con un ambiente fresco durante todo el día, entre 16 y 25 grados centígrados.
En este medio, los helechos arborescentes, las flores vernáculas y las plantas aromáticas y medicinales crecen debajo de los árboles maderables como el cedro, la caoba, los eucaliptos y los algarrobos, entre otros.
Su fauna silvestre tiene aquí sus principales centros de reproducción de la cotorra (guacamayo cubano), los periquitos verdes, la torcaza, el carpintero jabado, el zunzún y las aves de rapiña como el Gavilán pollero.
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