SAN JOSE, 21 jun (BelTA - Prensa Latina) - Pobladores de Mansión de
Nicoya, localidad costarricense del cantón del mismo nombre en la
noroccidental provincia de Guanacaste, conmemoraron el 179
aniversario del natalicio del héroe cubano Antonio Maceo, fundador del
primer poblado de este distrito.
La actividad de homenaje al general de las gestas independentistas del país caribeño, exiliado por entonces durante un tiempo en esta nación centroamericana, fue celebrada en el centro educativo de la localidad que lleva su nombre, presidida por autoridades locales y cubanas, según una nota publicada en aquella ciudad.
“Para el Gobierno de Nicoya es un gusto participar en esta conmemoración del natalicio de Antonio Maceo y Grajales, expresó el alcalde Carlos Armando Martínez, acompañado en el acto por la Vicealcaldesa, Silvia Gutiérrez; y el Segundo Secretario a cargo de asuntos políticos y culturales de la Embajada de Cuba, Liosvany Pérez.
Según la autoridad costarricense, la actividad, “más allá de una fecha de cumpleaños, es la conmemoración de una vida extraordinaria y la celebración de la historia de un distrito y su impacto sobre el curso de la historia del cantón de Nicoya”.
Por su parte, el representante de la Embajada de Cuba en San José, recordó que Maceo “es un símbolo de la amistad entre el pueblo cubano y el costarricense”.
La ceremonia incluyó una ofrenda junto al busto de Maceo en el lugar, así como una premiación a tres estudiantes ganadores de un concurso de dibujo alusivo a la figura de Maceo, mientras la misión cubana entregó a la biblioteca escolar un ejemplar del libro La edad de oro, de José Martí.
Por otro lado, el embajador cubano, Jorge Rodríguez, recordó en declaraciones a Prensa Latina sobre dicha conmemoración, que también el líder independentista José Martí «tuvo un cariño especial por Costa Rica, porque conoció en detalle la contribución de este país a la causa de Cuba”.
El diplomático del país antillano precisó que ese apoyo fue expresado por los ticos de entonces al acoger en su territorio al General Antonio Maceo y a otras 100 familias mambisas “con pleno conocimiento de que se preparaban para reiniciar la guerra contra España”.
Martí no se refirió explícitamente a ello –rememoró el Embajador- porque, como él mismo manifestó «en silencio ha tenido que ser porque hay cosas que para lograrlas, deben andar ocultas».
De acuerdo con Rodríguez, la gratitud martiana “quedó bien testimoniada en la carta a Pío Víquez en 1893, al despedirse en su primera visita, la cual expresa que solo pedía servir a Costa Rica como un hijo”.
El diplomático de La Habana parafraseó fragmentos de la carta de Martí a Maceo el 18 de junio de 1894, antes de abordar el vapor hacia Panamá en Puntarenas, en los que el pensador y líder del Partido Revolucionario Cubano valora su estancia en esa ciudad portuaria.
Escribió Martí: «De Puntarenas, cuanto cariño pueda Ud. imaginarse, nos festejaron con excepcionales atenciones, y no he sido inútil en estos días de paso. De cubanos y colombianos y costarricenses llevamos toda especie de gratas memorias, convites, visitas, servicios.
“Estuvimos en la ceremonia del vapor nuevo, y con mucho gusto se lo hubiera descrito a Pío Víquez, -con todo lo de bondad y cultura que he hallado por aquí (…)».
La actividad de homenaje al general de las gestas independentistas del país caribeño, exiliado por entonces durante un tiempo en esta nación centroamericana, fue celebrada en el centro educativo de la localidad que lleva su nombre, presidida por autoridades locales y cubanas, según una nota publicada en aquella ciudad.
“Para el Gobierno de Nicoya es un gusto participar en esta conmemoración del natalicio de Antonio Maceo y Grajales, expresó el alcalde Carlos Armando Martínez, acompañado en el acto por la Vicealcaldesa, Silvia Gutiérrez; y el Segundo Secretario a cargo de asuntos políticos y culturales de la Embajada de Cuba, Liosvany Pérez.
Según la autoridad costarricense, la actividad, “más allá de una fecha de cumpleaños, es la conmemoración de una vida extraordinaria y la celebración de la historia de un distrito y su impacto sobre el curso de la historia del cantón de Nicoya”.
Por su parte, el representante de la Embajada de Cuba en San José, recordó que Maceo “es un símbolo de la amistad entre el pueblo cubano y el costarricense”.
La ceremonia incluyó una ofrenda junto al busto de Maceo en el lugar, así como una premiación a tres estudiantes ganadores de un concurso de dibujo alusivo a la figura de Maceo, mientras la misión cubana entregó a la biblioteca escolar un ejemplar del libro La edad de oro, de José Martí.
Por otro lado, el embajador cubano, Jorge Rodríguez, recordó en declaraciones a Prensa Latina sobre dicha conmemoración, que también el líder independentista José Martí «tuvo un cariño especial por Costa Rica, porque conoció en detalle la contribución de este país a la causa de Cuba”.
El diplomático del país antillano precisó que ese apoyo fue expresado por los ticos de entonces al acoger en su territorio al General Antonio Maceo y a otras 100 familias mambisas “con pleno conocimiento de que se preparaban para reiniciar la guerra contra España”.
Martí no se refirió explícitamente a ello –rememoró el Embajador- porque, como él mismo manifestó «en silencio ha tenido que ser porque hay cosas que para lograrlas, deben andar ocultas».
De acuerdo con Rodríguez, la gratitud martiana “quedó bien testimoniada en la carta a Pío Víquez en 1893, al despedirse en su primera visita, la cual expresa que solo pedía servir a Costa Rica como un hijo”.
El diplomático de La Habana parafraseó fragmentos de la carta de Martí a Maceo el 18 de junio de 1894, antes de abordar el vapor hacia Panamá en Puntarenas, en los que el pensador y líder del Partido Revolucionario Cubano valora su estancia en esa ciudad portuaria.
Escribió Martí: «De Puntarenas, cuanto cariño pueda Ud. imaginarse, nos festejaron con excepcionales atenciones, y no he sido inútil en estos días de paso. De cubanos y colombianos y costarricenses llevamos toda especie de gratas memorias, convites, visitas, servicios.
“Estuvimos en la ceremonia del vapor nuevo, y con mucho gusto se lo hubiera descrito a Pío Víquez, -con todo lo de bondad y cultura que he hallado por aquí (…)».