QUITO, 27 ago (BelTA - Prensa Latina) - Un incendio forestal de grandes
proporciones continúa avanzando hoy en la localidad de Quilanga, en la
sureña provincia ecuatoriana de Loja, donde el fuego ha consumido 738
hectáreas de vegetación.
Efectivos del Cuerpo de Bomberos informaron este lunes que los trabajos de sofocación se mantienen en el área, junto a moradores de la zona.
Por ahora, no existen reportes de heridos ni fallecidos como consecuencia del siniestro, que comenzó desde el pasado viernes.
El área quemada, hasta el momento, es de vegetación autóctona, incluyendo bosques de pino y pajonales, y también hay afectaciones para la fauna local.
La Secretaría de Gestión de Riesgos había advertido desde el pasado mes de julio que el clima contribuiría a la presencia de incendios forestales en diferentes puntos del país.
Según los especialistas, en esta época las localidades andinas y costeras están expuestas a una mayor amenaza por las altas temperaturas, el bajo contenido de humedad en el ambiente, la escasa nubosidad, así como el incremento en la velocidad del viento y la radiación ultravioleta.
A los factores ambientales se suma la actividad humana, que en ocasiones propicia los desastres, alertaron los bomberos.
Efectivos del Cuerpo de Bomberos informaron este lunes que los trabajos de sofocación se mantienen en el área, junto a moradores de la zona.
Por ahora, no existen reportes de heridos ni fallecidos como consecuencia del siniestro, que comenzó desde el pasado viernes.
El área quemada, hasta el momento, es de vegetación autóctona, incluyendo bosques de pino y pajonales, y también hay afectaciones para la fauna local.
La Secretaría de Gestión de Riesgos había advertido desde el pasado mes de julio que el clima contribuiría a la presencia de incendios forestales en diferentes puntos del país.
Según los especialistas, en esta época las localidades andinas y costeras están expuestas a una mayor amenaza por las altas temperaturas, el bajo contenido de humedad en el ambiente, la escasa nubosidad, así como el incremento en la velocidad del viento y la radiación ultravioleta.
A los factores ambientales se suma la actividad humana, que en ocasiones propicia los desastres, alertaron los bomberos.