
MINSK, 3 jul (BelTA). – El proyecto de la Agencia Telegráfica de Belarús "Belarús. Despegue" no solo muestra cómo era antes y cómo es ahora, sino que ilustra claramente los problemas de la simple familia belarusa que tuvo que resolver el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko. Esta opinión fue compartida por la directora general de BelTA, Irina Akulóvich, en el canal de televisión STV.
El proyecto "Belarús. Despegue" refleja el camino que ha recorrido Belarús durante los 30 años de su independencia. Cada stand está dedicado a un tema separado de la vida de la familia belarusa ordinaria. Las imágenes muestran cómo era la situación en la década de 1990 y cómo vive la Belarús moderna. Irina Akulóvich señaló que muchos perciben la exposición como "era-es", sin pensar en el hecho de que los cambios ocurrieron por una razón. "Queríamos contar y mostrar cómo era el país en el inicio de la independencia y cómo es hoy".
La directora general de BelTA recordó que Aleksandr Lukashenko, hablando el 1 de julio en el evento solemne dedicado al Día de la Independencia, terminó su discurso con las palabras: "Toda mi política es resolver los problemas de la gente". La exposición "Belarús. Despegue" es una historia sobre cómo se solucionaron estos problemas y cuán complejos fueron", agregó.
Uno de los carteles de la exposición está dedicado al combustible. "Encontramos fotos antiguas y mostramos cómo era hace 30 años. Hoy en día, a la generación más joven le cuesta imaginar que no se pudiera echar gasolina al coche. Las colas en las 17 gasolineras de Minsk eran tan largas que podías levantarte a las 5 de la mañana y ser el 300º", comentó la directora general.
Irina Akulóvich dio un ejemplo del archivo de BelTA: "Tenemos una foto tomada por nuestro fotógrafo de Gómel, Serguéi Jolodilin. En la foto hay una ambulancia, y el conductor, el médico y la enfermera están sentados al lado. No van a ninguna parte. A la pregunta del fotógrafo "¿Qué pasó?" la respuesta fue simple: se entregaron 15 litros de combustible por día a la ambulancia para Gómel y la región de Gómel. Son dos salidas como máximo".
Las portadas de los periódicos hablan por sí solas. Una de ellas es "Bistró en el Comité Ejecutivo". "En Moguiliov, para comprar gasolina, primero había que ir a la oficina 245 del Comité Ejecutivo de la ciudad, obtener un recibo y luego ir con él a la gasolinera", explicó la directora general, y planteó la pregunta lógica: ¿Cómo se le explica esto a un niño moderno?
Hizo otra analogía. "Ayer mismo emitimos el programa "De hecho. Decisiones del Presidente". En él se habla de nuestra empresa que produce lácteos, y comentamos que Belarús exporta actualmente alimentos lácteos para niños a 11 países, entre ellos Zimbabue, Kazajistán, Rusia y Uzbekistán. El 50 % se destina a la exportación. En el proyecto "Belarús. Despegue" hay una noticia titulada "Se han secado los ríos de leche", en la que se dice que en Baránovichi no hay ni queso, ni requesón, ni crema agria. En las tiendas no hay nada. El director de la fábrica dice que solo se suministrarán los lácteos a hospitales y guarderías. Esto es lo que se llama despegue", subrayó Irina Akulóvich.
Un ejemplo brillante es la disponibilidad de un automóvil para la familia. ¿Era posible comprar un coche en Belarús hace 30 años? La gente llevaba décadas esperando en colas. Pero hoy, gracias a los esfuerzos de nuestro Presidente, en Belarús se fabrican automóviles propios, mientras que Alemania traslada su producción a Estados Unidos. Por eso nos enorgullece decir que se trata de un despegue", concluyó Irina Akulóvich.-0-