Foto del Ministerio de Defensa
MINSK, 19 sep (BelTA). – Sin diálogo es imposible construir un sistema de seguridad en Eurasia. Lo afirmó el primer jefe adjunto del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Belarús, Andréi Matiyévich, en su informe presentado en el 12º Foro de Seguridad de Xiangshan de Pekín, informó a BelTA el servicio de prensa del Ministerio de Defensa.
La delegación militar belarusa, encabezada por Andréi Matiyévich, participa en el 12º Foro de Seguridad de Xiangshan. El tema del evento es “La protección del orden internacional y la promoción conjunta del desarrollo pacífico”. Los participantes del evento intercambiaron opiniones sobre los problemas más acuciantes de la agenda internacional.
Andréi Matiyévich presentó una ponencia en la que expuso la visión belarusa sobre el orden internacional, la seguridad global y la estabilidad. El ponente destacó que este año es especial para la comunidad internacional: hace 80 años, gracias a los esfuerzos conjuntos de los países y los pueblos, se derrotaron el nazismo, el fascismo y el militarismo.
Según el representante del Ministerio de Defensa de Belarús, el sistema de seguridad global creado tras la Segunda Guerra Mundial y encabezado por las Naciones Unidas tenía como objetivo librar a las generaciones futuras de las desgracias de los conflictos bélicos. “El cumplimiento por parte de todos los miembros de la comunidad internacional de los objetivos y principios de las Naciones Unidas como base del orden mundial de la posguerra ha sido durante todos estos años el factor principal para mantener la seguridad y la estabilidad internacionales. Al mismo tiempo, hoy en día pocos se atreverían a negar que el mundo actual está cambiando rápidamente. El vector principal de la dinámica internacional es la búsqueda de un sistema multipolar justo, basado en el equilibrio de intereses de centros de desarrollo con igualdad de derechos, el respeto de la soberanía y la confianza mutua”, señaló Andréi Matiyévich.
Señaló que, según las estimaciones de los expertos militares, en los últimos 15 años se ha duplicado el número de conflictos militares en el mundo. El año pasado se registró el número más alto desde 1946. El número de conflictos militares entre Estados está aumentando especialmente rápido, y el año pasado alcanzó su nivel más alto en los últimos 35 años. Además, en los más importantes participaron los Estados que disponen de armas nucleares.
El jefe de la delegación belarusa subrayó que, además del número de conflictos militares sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial, la estabilidad del orden mundial y de la seguridad global se ve socavada por una serie de procesos desestabilizadores. Entre estos últimos, destacó el desequilibrio de la economía mundial, relacionado con la redistribución de las esferas de influencia, el proteccionismo agresivo y las consecuencias de las sanciones, el aumento de las amenazas de violencia política y extremismo, el impacto en los valores espirituales y morales tradicionales, el debilitamiento de la influencia de las instituciones internacionales de seguridad, la confrontación geopolítica y el enfrentamiento entre bloques, así como la aceleración de la carrera armamentística asociada a ellos, que incluye, entre otras cosas, las intenciones de militarizar el espacio y el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación, y otros procesos.
Según el representante del Ministerio de Defensa de Belarús, en el contexto de la formación de un nuevo orden mundial, es prematuro hablar de la existencia de soluciones equilibradas y listas para la creación de una arquitectura de seguridad internacional destinada a contrarrestar eficazmente los retos y amenazas existentes y emergentes. Andréi Matiyévich recordó que la República de Belarús propuso elaborar la Carta Euroasiática de la Diversidad y la Multipolaridad del siglo XXI. Está concebida como un conjunto de normas para la construcción de una arquitectura de seguridad continental justa y mutuamente beneficiosa, necesaria para la creación y el desarrollo sostenible de los países y los pueblos.
“En nuestra opinión, los países euroasiáticos, y posiblemente también los países del Este y del Sur Globales, es decir, la mayoría global, podrían elaborar de forma abierta y transparente un documento en el que se propusieran principios para la construcción de un orden mundial justo y la formación de una arquitectura de seguridad euroasiática. Los países occidentales, siempre que renuncien a su línea de confrontación con los países de la mayoría global, también podrían, en nuestra opinión, participar en esta actividad”, subrayó el jefe de la delegación belarusa.
Según Andréi Matiyévich, una condición necesaria para iniciar el proceso de elaboración de la Carta Euroasiática de la Diversidad y la Multipolaridad es el establecimiento de un diálogo constructivo y respetuoso entre todos los posibles participantes en el sistema de seguridad del espacio de la Gran Eurasia. “Como dice un proverbio chino: “Cualquier viaje, incluso el más largo, comienza con un primer paso”. Por lo tanto, partimos de que lo principal es iniciar el diálogo, aunque no haya garantía de que vaya a dar resultados significativos”, acentuó el representante de Belarús.
Según él, para establecer una comunicación entre expertos y evaluar las iniciativas propuestas, se pueden utilizar todos los formatos de cooperación interestatal, incluidas las plataformas de organizaciones internacionales y asociaciones de integración que representan la base de la seguridad euroasiática: la OCS, la UEE, la CEI, la OTSC y los BRICS. “También proponemos la idea de organizar una reunión de altos funcionarios de las organizaciones regionales de la ASEAN, la OTSC, la CEI, la Conferencia de Interacción y Medidas de Confianza en Asia (CICA por su sigla en inglés) y el Consejo de Cooperación de los Estados del Golfo Pérsico con el fin de debatir los aspectos problemáticos de la creación de un espacio seguro en Eurasia”, declaró Andréi Matiyévich.-0-
