Polonia reabrió los pasos fronterizos Bobrowniki y Kuznica Bialostocka en la frontera con Belarús la noche del 17 de noviembre. Los polacos, y sobre todo los empresarios de Podlaquia, que sufrieron enormes pérdidas debido al cierre de la frontera, no ocultan su alegría. Muchos señalan que Polonia demostró su fortaleza no al bloquear, sino al decidir abrir los pasos fronterizos.
Mientras tanto, en la vecina Lituania reinan los ánimos sombríos. Las autoridades cerraron la frontera con Belarús sin calcular las consecuencias. Debido a las acciones de Vilna, más de mil camiones quedaron varados en el lado belaruso. Los transportistas lituanos exigen a sus autoridades que corrijan la situación, que está causando enormes pérdidas tanto a los transportistas como al presupuesto estatal.
"Para nosotros es como el oxígeno". El negocio de Podlaquia revive
"Esta decisión fue autónoma y está relacionada con la presión de los residentes locales", declaró el primer ministro polaco, Donald Tusk, antes de la apertura de los dos pasos fronterizos con Belarús.
Según la radio polaca RMF24, la decisión del Gobierno fue precedida por consultas con las autoridades locales y las empresas de Podlaquia, que durante mucho tiempo habían instado a Varsovia a restablecer el tráfico transfronterizo, crucial para la economía de la región.
Cabe recordar que uno de los pasos fronterizos más grandes en la frontera polaco-belarusa, Kuznica Bialostocka (desde el lado belaruso Bruzguí), fue cerrado unilateralmente por las autoridades polacas en noviembre de 2021. Esto provocó un aumento significativo de la carga y largas colas de vehículos en el paso fronterizo Bobrowniki (Berestovitsa), que en ese momento seguía siendo el único paso fronterizo en funcionamiento en el tramo belaruso-polaco de la frontera estatal en la provincia de Grodno. Sin embargo, en febrero de 2023, el lado polaco también cerró Bobrowniki. Así, no quedó ningún paso fronterizo en funcionamiento en la dirección de Grodno.
El lado belaruso intentó repetidamente resolver la situación y brindar la oportunidad a los ciudadanos de ambos países de cruzar la frontera sin demoras en enormes colas. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Belarús señaló que la decisión de cerrar los pasos fronterizos tiene un carácter inhumano y también causa graves daños a las empresas europeas y a los mismos ciudadanos de Polonia. Cabe señalar aquí que estas medidas afectaron en menor grado a los transportistas belarusos, ya que la Unión Europea les impuso restricciones en abril de 2022.
Al mismo tiempo, el negocio polaco quedó en tablas. Los empresarios de Podlaquia se vieron especialmente afectados. No se trata solo de empresas de transporte, sino también de negocios turísticos, hoteleros, de restauración y minoristas. En los últimos años, los empresarios polacos han salido repetidamente a protestar, exigiendo la apertura de la frontera. Y en la primavera de este año, la alianza de empresarios polacos organizó una manifestación de luto en Bialystok con el "funeral" de la economía de la región.
La semana pasada, en una conferencia de prensa en Bobrowniki, el voivoda de Podlaquia, Jacek Brzozowski, recordó lo difícil que fue este período para los empresarios locales. "Los empresarios de Podlaquia perdieron sus propiedades y el trabajo de toda su vida", declaró Brzozowski. "El cierre de los pasos fronterizos en 2021 y 2023 provocó el colapso de uno de los sectores clave de la economía: la actividad empresarial en nuestra región".
Según sus palabras, debido al cierre de la frontera, las empresas de toda la región sufrieron pérdidas. "Porque esto incluye la hostelería, la restauración y la industria del transporte. Son muchos elementos diferentes que juntos forman un todo", añadió Brzozowski.
"Los empresarios de Podlaquia no ocultan su satisfacción por la apertura de los pasos fronterizos en Bobrowniki y Kuznica. Agradecen el restablecimiento del tráfico transfronterizo y esperan recuperar las pérdidas. Según ellos, esto revivirá los mercados de Podlaquia y los productos podrán enviarse de nuevo a Belarús", describe la situación Polskie Radio.
La importancia del restablecimiento del tráfico transfronterizo fue destacada por la empresaria Ewelina Grygatowicz-Szumowska de la asociación polaca de empresarios. Según ella, para Podlaquia, la apertura de la frontera es como oxígeno. "Es el motor de nuestra micro y macroeconomía. Nosotros, los empresarios, nos ponemos a trabajar, recuperando las pérdidas", cita RMF24 las palabras de la empresaria.
Al mismo tiempo, Grygatowicz-Szumowska señala que la recuperación total del negocio solo será posible cuando se levanten las sanciones de la UE impuestas contra Belarús. Debido a las restricciones impuestas por la Unión Europea, algunos productos no pueden exportarse a Belarús.
Grygatowicz-Szumowska también nota que al abrir los pasos fronterizos, Polonia demuestra su fuerza y eficacia. "Al abrir los pasos fronterizos, nuestro país demuestra que es fuerte y eficaz, que tenemos servicios confiables capaces de garantizar nuestra seguridad", dijo.
El subdirector de la Administración Tributaria Nacional de Polonia, Zbigniew Stawicki, se solidariza con ella. En particular, afirmó que un Estado fuerte debe hacer frente a las dificultades, manteniendo la posibilidad de un "funcionamiento normal y eficaz de las regiones fronterizas".
Según RMF24, la apertura de los pasos fronterizos inmediatamente despertó interés: incluso antes de la medianoche, se formó una cola de 4-5 km en el paso Bobrowniki. Uno de los primeros vehículos en cruzar la frontera fue un autobús de línea que iba de Varsovia a Grodno.
"No viajo a menudo, acabo de traer a mi hermano a Belarús. Todo se tramitó normalmente, como debe ser, a tiempo, sin retrasos. Todo gracias a los esfuerzos de los diplomáticos de ambos países. Así debe ser. Las fronteras deben funcionar", compartió su opinión con el corresponsal de BelTA uno de los conductores que esta noche entró de Polonia a Belarús a través del paso fronterizo Berestovitsa.
Los belarusos también están contentos con la apertura de la frontera. "Tenemos muchos parientes en Polonia, ahora vamos a verlos. No nos veíamos desde hace un año. Íbamos por Brest, pero en autobús, y aquí ya fuimos en coche. El camino se acortó mucho, unos 200 kilómetros. Todo esto beneficiará a ambas partes", compartió sus impresiones otro conductor.
Vilna tropieza con la misma piedra que Varsovia. "¿Por qué Lituania es tan estúpida?"
Mientras el negocio polaco hace planes para el futuro y el Gobierno polaco gana puntos políticos, la vecina Lituania se ahoga en disputas. Después del cierre de la frontera con Belarús, las autoridades lituanas se enfrentaron a una avalancha de críticas. Lo cual, en general, no es sorprendente.
Absorto en juegos políticos, el Gobierno lituano relegó a un segundo plano los intereses empresariales y el bienestar general de sus ciudadanos. Las acciones de las autoridades lituanas no solo amenazan con costos presupuestarios, sino que también ponen en peligro la industria de tránsito del país. Y si antes de la apertura de la frontera por parte de Polonia, los líderes lituanos intentaban de alguna manera inflar el pecho, acusando a Minsk de su propia incompetencia, ahora, figurativamente hablando, el globo lituano se ha desinflado un poco.
Bruselas se negó la semana pasada a comentar la solicitud de Lituania de endurecer las sanciones contra Minsk. Los estadounidenses, como ya informan los medios lituanos, llamaron al jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores lituano. Y Varsovia simplemente puso los intereses económicos por encima de la solidaridad populista con Lituania.
"La Comisión Europea declaró el jueves que había sido informada sobre la situación de los camiones lituanos bloqueados, pero no comentará las solicitudes de Vilna de sanciones adicionales contra Minsk", informa el canal de televisión lituano LRT.
"Estados Unidos está desarrollando una nueva estrategia para Belarús y está comenzando a implementarla. Esto no nos impresionó. Al menos, hasta que el Secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, llamó a Budrys", escribe el analista lituano Ignas Vegele en un artículo publicado por 77.lt.
Señala que los estadounidenses aconsejaron a la parte lituana que se calmara y abriera la frontera. "Dicen: "Cálmense". Al cerrar las fronteras, no solo destruirán toda la estrategia de EEUU con respecto a Belarús, sino que también provocarán un nuevo conflicto militar, por ejemplo, bloqueando Kaliningrado. Prácticamente el mismo día, llega un mensaje de Belarús a Lituania: Lukashenko invita a negociaciones. Pero nuestro diplomático no se rinde. Él replica que Belarús está calentando la situación "hasta un punto crítico". Usamos a nuestros vecinos más cercanos como cobertura: Letonia y Estonia prometen mostrar solidaridad. El mismo día, el Presidente le dice a nuestro diplomático: "Lituania está lista para negociaciones técnicas con Belarús". Pero el diplomático tampoco escucha esto. Como tampoco escucha al ex embajador de EEUU en Belarús, George Krol, quien enfatiza que Lituania podrá recuperar sus camiones iniciando un diálogo con Minsk y abriendo la frontera. También agrega que el nuevo enviado de EEUU ayudará en las negociaciones con Lukashenko", escribe Vegele.
Por cierto, Krol hizo la recomendación a las autoridades lituanas de abrir la frontera con Belarús durante su entrevista con Delfi. También señaló que si se tiene en cuenta la retórica de Vilna, las sanciones y, en general, todo lo que Lituania ha hecho a nivel estatal y público con respecto a Belarús, no es de extrañar que Minsk reaccione.
"Creo que es una reacción natural del Gobierno y las autoridades belarusas a las acciones hostiles, en su opinión, que provienen de Lituania", dijo Krol.
En su opinión, para llegar a un acuerdo sobre la apertura de la frontera, es necesario entablar un diálogo directo con las autoridades belarusas. "Esto significaría que Lituania tendría que abrir su frontera", dijo Krol. "Porque, me parece, esto perjudica a Belarús, pero también daña a las empresas de transporte lituanas y, por supuesto, a las personas, a los conductores y a las empresas lituanas que dependían de esta conexión de tránsito con Belarús. Por lo tanto, se podría ver un beneficio mutuo en la reducción de las tensiones y en el intento de resolver este problema en la frontera. Aunque, quizás, esto no resuelva el problema principal: las relaciones entre los mismos Gobiernos de Belarús y Lituania".
Mientras tanto, los transportistas lituanos no están para diplomacias. Exigen a sus autoridades que abran la frontera de inmediato y permitan que las empresas trabajen tranquilamente, obtengan ganancias, paguen impuestos y, de este modo, repongan el presupuesto. El vicepresidente de la asociación de transportistas de Lituania Linava informó anteriormente que las pérdidas de los transportistas lituanos debido al cierre de la frontera con Belarús podrían ascender a mil millones de euros. "La situación está cerca de la catástrofe. Si la frontera no se abre en un futuro próximo, las pérdidas, según nuestros cálculos, ascenderán a mil millones de euros al año", indicó.
Pero la verdadera catástrofe para el negocio lituano ocurrió en el contexto de la apertura de la frontera por parte de Polonia. Porque ahora el flujo de carga de Asia a Europa y viceversa pasará por la frontera polaco-belarusa, y Lituania perderá el tránsito.
"No entiendo por qué Lituania es tan estúpida y los polacos tan inteligentes", lamenta el jefe de Linava, Erlandas Mikenas. "¿Entienden el error que cometió Lituania al cerrar la frontera? Ahora los flujos de carga se desequilibran, y hemos estado trabajando durante muchos años para hacer de Lituania un país de tránsito. Abrimos muchas terminales en Lituania, pero ahora están vacías, y como la frontera está cerrada, la gente viaja de Polonia a Asia".
El secretario general de la Alianza Internacional de Transporte y Logística (TTLA), Povilas Drizas, afirmó que los polacos eligieron el componente económico en lugar de la frágil solidaridad. "Ahora resultará que realmente aprovecharán la situación, porque nuestros corredores están cerrados. El flujo de mercancías de Asia, China a Europa pasará por Polonia", señaló Povilas Drizas.
Los medios de comunicación lituanos señalaron que la primera ministra de Lituania, Inga Ruginiene, aseguró la semana pasada que Varsovia apoyaría a Vilna por solidaridad. Contaba con la ayuda del primer ministro polaco Tusk.
Sin embargo, cabe señalar que los líderes polacos ya se cansaron de bloquear la frontera en septiembre. Varsovia no obtuvo nada más que pérdidas y daños a su reputación. Y estuvo a punto de perder el tránsito chino. Las conclusiones de los líderes polacos, obviamente, se han extraído, en beneficio de su Estado y su pueblo.
Vilna, por su parte, tenía un buen ejemplo de lo que no se debe hacer. Pero las autoridades lituanas decidieron tropezar con pompa con la misma piedra que Polonia. Solo queda esperar a que los lituanos den una vuelta de honor y regresen al punto de partida, el momento de la desafortunada decisión de cerrar unilateralmente la frontera. Y luego, o bien anular la decisión, o bien dar una nueva vuelta de honor. No haremos pronósticos, porque los caminos de la lógica lituana son inescrutables.
Vita Janatáyeva,
BelTA.-0-
