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09 Abril 2025, 17:24

Historia de una foto desconocida de Lukashenko 

A finales de 2024, el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, visitó el foro de brigadas estudiantiles. En el foro, se mostró al Jefe de Estado una exposición interactiva sobre la historia del movimiento de las brigadas estudiantiles. Los organizadores también encontraron una foto con el Presidente: muestra a Aleksandr Lukashenko en compañía de su brigada estudiantil. “Los chicos encontraron fotos únicas. Dicen que hay participantes conocidos de las brigadas estudiantiles. El canal de bonificación, la región de Byjov. Pero, por desgracia, falta la imagen original”, dijo entonces el primer secretario del Comité Central de la Unión Republicana Belarusa de la Juventud (URBJ), Aleksandr Lukiánov. Pues, gracias a nuestros suscriptores conseguimos encontrar la imagen original y ahora les contaremos su historia.

Dónde encontramos la foto del Presidente y qué tiene que ver con los descendientes de Pushkin

La imagen original pertenece a Anatoli Dúdal. Procede del pueblo de Telusha, en la región de Bobrúisk. Antes de jubilarse, Anatoli trabajó en la Empresa de Ordenadores de Minsk. Pero ahora prefiere pasar su tiempo libre no en la capital, sino en sus lugares natales. Este modo de vida rural -cortar leña, cuidar de la cosecha- es propio para el Jefe de Estado.
Telusha, por cierto, es conocido porque aquí vivió la rama belarusa de los descendientes de Aleksandr Pushkin. En 1881, la nieta del gran poeta Natalia Aleksándrovna se instaló cerca del pueblo junto con su marido, el conde Pável Vorontsov-Veliamínov. Los únicos edificios que han pasado la prueba del tiempo son las dependencias y la Iglesia de San Nicolás de Telusha construida por el conde, cerca de la cual está enterrada Natalia Aleksándrovna.

Partimos a este pueblo.

Historia de la foto con el joven Lukashenko

En 1968 Anatoli Dúdal fue llamado al servicio militar obligatorio. Después del sevicio consiguió trabajo en la Fábrica de Automóviles de Minsk, y un par de años más tarde decidió ingresar en el Instituto Pedagógico Estatal de Moguiliov. En los mismos años, Aleksandr Lukashenko también estudió en la universidad.

“En 1974, me uní a la brigada de construcción, que se dedicaba a la bonificación. Allí vi por primera vez a Aleksandr Lukashenko. Estudiaba en la Facultad de Historia. Nos conocimos en la brigada estudiantil”, recuerda Anatoli Fiódorovich.

Los estudiantes estaban afinando el canal de bonificación. “Fue un gran ejercicio físico. Aleksandr Grigórievich era un hombre fuerte, así que llevamos todo. No es que fuéramos amigos, simplemente hacíamos un trabajo común”, explica nuestro interlocutor.

En la juventud, Aleksandr Lukashenko era aficionado al fútbol. Anatoli Fiódorovich señala que su compañero tenía una gran capacidad de reacción: “Entonces me di cuenta de que era brusco en movimientos. En algún momento había que levantarse, y él lo hacía muy rápido. Tenía una buena reacción”.

Trabajar en la brigada de construcción no fue fácil. Además, los estudiantes tenían que pensar en su alimentación. Iban a trabajar a la granja colectiva, pero allí pagaban poco. Para conseguir algo de dinero y comprar un mínimo de productos, había que trabajar duro.

“Brigantina nº 2 es el edificio de la escuela local. No recuerdo quién nos hizo la foto. Alguien se ofreció a tomar una foto, y nos reunimos a prisa. Esa no es toda la brigada, por cierto. Éramos más de 30. Un niño de 9 años se unió a nosotros. Conseguí comprar el uniforme para la brigada estudiantil. Los botones eran blancos, así que los corté y cosí botones militares”, describe la foto Anatoli Fiódorovich.
Posteriormente, Anatoli Dúdal se encontró con el futuro Presidente un par de veces más. Por ejemplo, recuerda cómo durante sus estudios el decano trajo una vez a Aleksandr Lukashenko a su aula para dar una conferencia a los estudiantes sobre los acontecimientos en China.

“Lo recuerdo claramente. Nos lo presentaron y empezó muy bien. Cuando entraba en el aula, siempre se le trataba con respeto”, dijo Anatoli Fiódorovich.

Cómo estaba cambiando la Unión Soviética

Según Anatoli Dúdal, en aquellos años nadie imaginaba que un imperio tan grande y fuerte como la Unión Soviética pudiera derrumbarse algún día. Sin embargo, a finales de la década de 1970, “la indignación y la deshonestidad” empezaron a sentirse en la vida del país. Por ejemplo, si antes los obreros de las fábricas solían acudir a sus talleres muy temprano, empezar a trabajar al amanecer y esforzarse al máximo, entonces con el tiempo apareció mucha falsedad en la sociedad.

“Pensaban una cosa, decían otra, hacían otra. Mucha gente ya estaba hastiada, la verdad. En los comités de los partidos y en los sindicatos había muchos “copos de nieve”: las personas podían figurar como montadores en la fábrica, pero nunca trabajaban como tales, sólo se repartían regalos navideños. Había mucha indignación”, explica Anatoli Fiódorovich.

Algo parecido ocurría también en el entorno estudiantil. “En 1976 yo seguía en la brigada de construcción. Era una brigada completamente distinta. La primera fue como un cuento de hadas: todo el mundo trabajaba, todo era como una fiesta. Y en otra ocasión vino la gente aficionada a enviar un telegrama a Brézhnev: “Querido Leonid Ilich, para ti…”. Había adulación. Y en la Facultad de Historia ya estudiaban los hijos de los secretarios de los comités regionales, a los que no les importaba nada. Todo estaba en decadencia”, dice nuestro interlocutor. 

Sobre las elecciones presidenciales

Anatoli Fiódorovich confiesa con orgullo que siempre ha votado a Aleksandr Lukashenko, incluidas las primeras elecciones presidenciales. “En primer lugar, somos del mismo centro docente superior. En segundo lugar, sé que a él no le gustan las falsedades”.

Según él, en la juventud Aleksandr Lukashenko tenía un gran sentido de la justicia, no toleraba el desorden. Y desde entonces, Aleksandr Grigórievich no ha cambiado.

“Lo ha conseguido todo sólo gracias a su inteligencia y diligencia. Sin ayuda, sin enchufe. Y cuando se convirtió en Presidente, pensé: acabará por fin con sinvergüenzas. Todo el mundo estaba harto de aquel caos. En los años 90 era un desastre: tiendas vacías, ni salarios, ni trabajo. Fui a escuchar al FPB y vi a Pozniak. Algunos hablaron a favor de la forma de gobierno checoslovaca. Que adopten ahora la forma de gobierno belarusa. Y verán el resultado. También escuché a Shushkévich: me dio la impresión de que no sabía nada de gobierno. Todos se precipitaban al poder para conseguir algo”.

Según Anatoli Fiódorovich, la principal ventaja de Aleksandr Lukashenko consistía en que era un hombre sencillo. “Conocía la vida. Sabía lo que vivía la gente corriente. Sabía lo que vivían los círculos dirigentes (y ellos y sus hijos vivían bien), y él prevenía de la gente corriente. Entendía que era inútil exigir algo a un hombre hambriento. Por lo tanto, hay que alimentarlo. Vio lo más importante”, dijo el hombre.
Y las empresas belarusas, los famosos gigantes industriales de Belarús, se salvaron gracias al Presidente, afirmó Anatoli Dúdal. “Me familiaricé con los planes del FPB: Zhódino – cerrar, liquidar. No es rentable. ¡Significa liquidar toda la ciudad! MTZ – liquidar, Horizont – también liquidar. “Televisores malos”. Incluso los estadounidenses, cuando vinieron a nuestra fábrica, no ofrecieron nada bueno, sólo viejas tecnologías. ¿Para qué necesitaríamos estos trastos viejos?”, recuerda.

Anatoli Fiódorovich sabe de lo que habla. Él mismo ha presidido muchas veces la comisión electoral, así que conoce todo de primera mano: “Sin falsedad alguna, siempre ha obtenido la mayoría de los votos. También he estado en contacto con otros presidentes”.

“Ha alcanzado tal perfección a lo largo de estos años. Ha construido la vertical. Miren lo fuerte que es ahora su equipo en comparación con el primer equipo. Los objetivos están claramente fijados. Puede que a algunos no les gusten sus duras declaraciones. Pero a algunas personas hay que hablarles en su propia lengua para acabar con este desorden”, considera Anatoli Dúdal.

¿Qué le diría al Presidente si se encontrara con él? El hombre se ruboriza al escuchar esta pregunta, pero afirma que sin duda le desearía éxito y que mantuviera el rumbo. “En mi opinión, ha hecho tanto en estos 30 años que todos sus predecesores no lo habrían hecho”, está convencido Anatoli Fiódorovich.

En su opinión, los jóvenes, por desgracia, no pueden comparar la vida actual con la de los años noventa. Por eso, a veces ceden fácilmente a los llamamientos a la provocación.

“En vez de ir al extranjero, sería mejor que ayudaran a mantener a su país en orden. Todo el mundo tiene ordenadores, teléfonos… Quizá la vista de la gente se ha empeorado”, dice Anatoli Dúdal en sentido figurado.

Sobre el temple soviético y la regla de cómo triunfar en la vida

Como ya hemos contado, conseguimos encontrar la imagen original con Aleksandr Lukashenko gracias a nuestros suscriptores. Toda la historia se desarrolló gracias al hijo de Anatoli Dúdal – Vitali. Es investigador principal del Departamento del Comité de Investigación del distrito Tsentralny de Minsk.

“Cuando vi esta foto en los medios de comunicación, entré en un estado de excitación animada. Llevaba 51 años guardada en el álbum familiar de mi padre, y me sorprendió verla en los medios de comunicación. Mi padre trataba esta fotografía con admiración y respeto (siempre fue pedante con las cosas) y no me sorprende que aún la tenga. No dejaba enseñarla a otra gente, así que nadie conocía esta foto”, cuenta Vitali.
Y no miente. Nos costó mucho convencer a Anatoli Fiódorovich a conceder una entrevista.

“Mi padre fue un gran motivador en mi vida. Por ejemplo, cuando empecé a practicar el sambo, mi padre me dijo: “Oye, ¿cómo lo harás? Tu constitución es inconveniente: brazos delgados, cuello fino. No lo conseguirás”. Pero eso me motivó”, señala Vitali.

Gracias a las clases de sambo nació el deseo de vincular su futura carrera con los cuerpos de seguridad. Las series y programas policíacos también contribuyeron a ello. Al joven le interesaba más el trabajo del investigador, no quería sentarse en el despacho. Así que eligió la Facultad de Investigación y Peritaje de la Academia del Ministerio del Interior. 

“Ahora mi trabajo consiste en allanar como parte del grupo de investigación y operaciones y estudiar la imagen del rastro. Inspeccionamos el lugar del hecho, entrevistamos a testigos presenciales, recogemos grabaciones de CCTV. Tenemos una zona bastante complicada, ya que aquí se concentran locales de ocio y centros comerciales”, explica Vitali Dúdal.

El investigador confiesa que siempre le ha asombrado el temple soviético. Al fin y al cabo, entonces los hombres podían hacer de todo: arreglar zapatos, reparar un coche y construir una casa.

“Mi padre se educó exactamente en una época así. Y yo le preguntaba: ¿cómo era el joven Aleksandr Grigórievich? Y mi padre me contaba que era hábil, que sabía hacer de todo. Por eso, cuando el Presidente habla de algo desde la tribuna, me doy cuenta de que realmente sabe cuidar ganado, manejar maquinaria y dirigir. Y no hay farsa ni falsedad en sus palabras”, subraya Vitali.

Añade que siempre se ha adherido a las opiniones de sus padres: si quieres conseguir algo, no te quedes quieto, sino actúa, trabaja y desarróllate.

“Mi padre tiene ahora casi 75 años. No canso de escucharlo. Sus historias son siempre algo nuevo para mí. Y ahora se ha abierto a mí desde un nuevo lado. Como hombre y como padre”, comparte Vitali Dúdal.-0- 
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