MINSK, 26 jul (BelTA). - El primer festival gastronómico Diplomacia del Sabor del Ministerio de Asuntos Exteriores de Belarús reunió en Minsk a unos 150 invitados de más de 20 países, informa el corresponsal de BelTA.
En el evento se mostraron cocinas y elementos culturales de 12 países y organizaciones internacionales, entre ellos Venezuela, India, Qatar, EAU, Palestina, Rusia, Serbia, Sudán, Türkiye, Uzbekistán, Zimbabue y Comité Ejecutivo de la CEI. También se preparó un desfile de moda con trajes nacionales de distintos países y presentaciones culturales para los invitados del festival.
“Se trata de un formato nuevo para nosotros, y nos alegra que, a juzgar por el número de participantes, haya encontrado eco entre el cuerpo diplomático. Estoy convencido de que es en estas formas - sencillas, sinceras, informales - como resulta más fácil hablar de lo principal: el respeto mutuo, el interés por la cultura del otro, la comprensión mutua y el acercamiento”, señaló el ministro de Asuntos Exteriores, Maksim Ryzhenkov.
El ministro de Asuntos Exteriores resaltó que la cocina forma parte de la cultura de los pueblos, que no puede inventarse artificialmente. “No se exporta por decreto, nace en los hogares, en las familias, se transmite de generación en generación. El gusto moldea la memoria. Y la memoria forma la actitud hacia uno mismo, hacia los demás, hacia el mundo”, afirmó.
Maksim Ryzhenkov calificó la cocina belarusa de “tranquila, casera, sin exotismos aparentes”. El ministro cree que nuestra cocina se basa en el respeto al producto, el trabajo y la memoria familiar. “No tenemos “una receta correcta” ni siquiera para los platos más famosos. Hoy podrán comprobarlo ustedes mismos: tendrán la oportunidad de participar en una clase magistral de preparar drániki. Parece que es uno de los platos más tradicionales de Belarús. Pero cada familia tiene su propia receta, su propia historia, su propio sabor”, añadió Maksim Ryzhenkov.
Subrayó que algunas diferencias y peculiaridades culturales no impiden que representantes de distintos países se sienten a la misma mesa. “Belarús siempre ha estado a favor de la igualdad, el respeto a las tradiciones y la elección de cada nación. Por un mundo en el que no se impongan soluciones prefabricadas, sino que la gente se escuche. Donde la gente no se compare, sino que se respete. Donde las diferencias no se perciban como una amenaza, sino como un valor”, aseguró el ministro.
De esto trata el festival Diplomacia del Sabor. Es un acontecimiento sobre el respeto sin condiciones, sobre tradiciones que no se avergüenzan de mostrar, sobre cultura que no requiere traducción. Maksim Ryzhenkov dio las gracias a todos los que respondieron a la invitación y a los que participaron en la organización del festival.-0-
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