MINSK, 27 jul (BelTA). – El apego a su propio camino de desarrollo es una de las principales causas de ataques a Belarús, los intentos de cambiar nuestro régimen estatal y modelo de desarrollo. Tal opinión la expresó al periódico “Respúblika” el politólogo Alekséi Dzérmant, anuncia BelTA.
“Como se sabe, la política es el arte de lo posible. Esto significa que cualquier verdadero político hasta el fin intenta usar por el bien de su país las oportunidades que aparecen. Y si aparecen, es necesario trabajar en esta dirección. Y al revés, si las oportunidades se escapan, hay que reaccionar operativamente y buscar las nuevas. La política exterior del país no es una excepción. Tanto más esto funciona para los países tanto grandes como pequeños”, está seguro el analista.
Según sus palabras, todos se esfuerzan por evitar la confrontación abierta, pero si es inevitable, entonces es necesario reaccionar y defender sus intereses.
“En la última reunión con los dirigentes del Consejo de Ministros Aleksandr Lukashenko hablaba precisamente de esto. Anunció dos momentos importantes. Es la cuestión de la optimización de la actividad de política exterior y económica externa. Después de los actos francamente hostiles de los países occidentales, las relaciones con muchos de ellos inevitablemente serán revisadas, lo que obligatoriamente se reflejará en la actividad de las representaciones diplomáticas belarusas en estos países. La revisión significará la evaluación de la eficacia de mantener una gran plantilla de la embajada en los países occidentales, de qué efecto económico y político tenemos. También es evidente la necesidad de reactivar el trabajo en otras direcciones: con los países de Asia, África, Latinoamérica – allí donde nos reciben y esperan sin condiciones políticas ni pretensiones”.
El politólogo considera que el mundo se está haciendo más diverso, adquiriendo los rasgos de la multipolaridad real, y la imagen del mundo de nuestros diplomáticos y dirigentes tiene que corresponder a la nueva realidad.
“El desplazamiento del centro de fuerza mundial y nuestra vuelta hacia el Oriente no serán simultáneos. Es un proceso bastante largo que requiere la preparación y mucha atención por parte del Estado. Pero la crisis en las relaciones con el Occidente se puede considerarla como una oportunidad para concentrarse en otras direcciones, subir su nivel y volumen económico. Durante mucho tiempo éramos rehenes de la imagen del mundo occidental, pero se está destruyendo. Por cierto, Belarús desempeña un papel importante en este proceso de transformación. Con nuestra historia moderna hemos demostrado y seguimos demostrando que el camino de sumisión al Occidente, sus modelos e ideología no es el único. Es posible mantenerse y desarrollarse con éxito, teniendo otros puntos de referencia y valores. El apego a su propio camino de desarrollo es una de las principales causas de ataques a Belarús, los intentos de cambiar nuestro régimen estatal y modelo de desarrollo”, resumió Alekséi Dzérmant.-0-
