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25 Enero 2025, 09:30

Batalla por el corazón de Europa. ¿Por qué Occidente califica de clave las elecciones en Belarús?

No democráticas, previsibles, incoherentes con los moldes occidentales.... Cuando Occidente habla de Belarús y de las próximas elecciones, se usa un conjunto habitual de clichés. Y, parece, ¿qué discutir? Al fin y al cabo, hace tiempo están puestos los puntos en nuestras relaciones y están construidas las paredes en la frontera. Por supuesto, los polacos podrían haber construido una pared más alta, pero gracias por ello. Y sin embargo... En la vida no todo es tan sencillo. Y aún más difícil en la política. Pero es aún más complicado en la geografía, que a veces determina tanto nuestra vida como la política.
 
Réquiem por los sueños de Occidente
 
Belarús es un estado tapón. Así es la geografía, y no hay escapatoria. Pero Belarús no es sólo un estado tapón. Nuestro país es un amortiguador geopolítico en el centro de Europa. Estamos exactamente en la rotura de dos mundos. Y ahora estamos en el epicentro de una tormenta geopolítica. La misma que está derrumbando al parecido estado tapón, Ucrania.
 
¿Cómo es posible que esta tormenta no haya caído con toda su fuerza sobre la tierra belarusa? Los “talleres de ideas” occidentales llevan años comiéndose la cabeza. Suelen buscar las razones del fracaso en 2020.
 
La edición británica The Guardian publicó recientemente un réquiem entero por los “sueños democráticos rotos” de Occidente. Los autores del artículo de redacción se acuitan: hace cinco años, Belarús, según les parecía, estaba en el umbral de una revolución. Y parece se produjo un “momento de viraje”, pero de alguna manera “en la dirección equivocada”.

“¿Cómo sofocó Lukashenko el espíritu de la revolución en Belarús?”, se pregunta otro periódico británico, The Times.
 
Es una buena pregunta, teniendo en cuenta que por aquel entonces los tecnólogos políticos occidentales ya se habían hecho con una cartera decente sobre revoluciones de colores. La misma Ucrania fue molida dos veces por la revolución. Pero en Belarús fracasó tres veces.
 
Por lo tanto, somos una anomalía, un gestalt abierto, y un precedente peligroso para ellos. Y en conjunto, un factor irritante. Pero están conectados con nosotros, al igual que nosotros con ellos, por la misma geografía. Por eso Belarús siempre permanecerá bajo la atenta mirada del establishment occidental. El ruido informativo en torno a las próximas elecciones en Belarús es una clara confirmación. Aunque podía pensarse ¿qué sentido tiene hacer ruido sobre el acontecimiento, que ustedes mismos llaman a ignorar?
 
Un “kit de sopa” del ex Departamento de Estado

Uno de los primeros en compartir su “opinión autorizada” sobre las elecciones en Belarús fue Matthew Miller, jefe del servicio de prensa del Departamento de Estado de Biden. Los ingredientes de un “kit de sopa” de Miller son clásicos: elecciones no libres - lo primero, injustas - lo segundo, ficticias - lo tercero, no pueden reflejar la voluntad del pueblo - lo cuarto. En general, Matthew fue lacónico. A diferencia de los comentaristas de su post en la red social X.
 
“La revolución de colores en Belarús está fracasando y el pueblo está ganando al elegir en los comicios democráticos. Los gilipollas imperialistas lloran por ello en Twitter”, escribió un comentarista.
 
“¿Cuándo dejará Estados Unidos de meter sus largas narices en los asuntos de todos los demás países? La mayoría de los conflictos del mundo parecen provocados por Estados Unidos”, comentó otro usuario de X.
 
“Este es el otro golpe fallido de la CIA, y Washington no está contento”, señaló uno más.
 
Los “epítetos”, que los usuarios de X dirigieron al mismo Miller, hasta da vergüenza citarlos. 

A propósito, la publicación de Miller apareció el 18 de enero, dos días antes de la toma de posesión de Donald Trump y tres días antes del inicio de la votación anticipada en las elecciones de Belarús. Consciente de que pronto le pedirían que abandonara su despacho en el Departamento de Estado, Matthew tenía tanta prisa que hizo el resumen de las elecciones en Belarús antes de que comenzaran oficialmente.
 
La democracia escondida tras la pared
 
El Parlamento Europeo se puso detrás del Departamento de Estado de Estados Unidos, y no escatimó tiempo para componer una resolución entera. Por alguna razón, los diputados del Parlamento Europeo exigieron a la Unión Europea que no reconociera las elecciones en Belarús, que de todas formas no reconoce. Sin embargo, un “kit de sopa” de los parlamentarios europeos resultó ser más caldoso que el del Departamento de Estado. Incluía la exigencia de reforzar las sanciones, incluso por la “participación de Belarús en la guerra de Rusia en Ucrania”. Y este tránsito de las elecciones al conflicto ucraniano, en el que Belarús no participa, es muy elocuente.

¿Sabían que la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa tiene un “relator general sobre la Belarús democrática”? Cómo viven los belarusos lo vigila desde su lado de la pared el diputado del Sejm polaco, Ryszard Petru. Pero la vista desde allí, al parecer, no es muy buena. Lo único que pan Ryszard consiguió ver es la falta o ausencia: de democracia, de partidos de la oposición y de observadores internacionales “dignos de confianza”. El mismo Petru no quiso ir a Belarús como observador. Igual que los observadores de la OIDDH de la OSCE invitados por la parte belarusa. Así que, ¿quizá los señores tampoco confían en sí mismos?
El diputado polaco también denuncia la falta de un proceso transparente de recuento de votos. Y aquí me gustaría recordarle al “relator general” que el recuento de votos se suele realizar una vez cerrados los colegios electorales. Aunque éste no es el caso de Polonia.

Recuerdo que durante las elecciones parlamentarias polacas de 2023, los colegios electorales ya estaban cerrados y empezaron a publicar los resultados de los sondeos a boca de urna, pero en algunas ciudades los polacos seguían haciendo largas colas para votar. Todo porque no todos los votantes tenían suficientes papeletas y en algunos colegios electorales hubo que prolongar el proceso de votación. ¿Cómo es posible que no haya suficientes papeletas en unas elecciones? Esta pregunta debería dirigirse al “relator general sobre la Polonia democrática”. Pero es poco probable que exista tal persona. Por lo tanto, la verdad fue sacada por los medios de comunicación polacos, informando de los casos en los que los votantes recibieron boletines ya rellenados por otra persona.

La “transparencia” de las elecciones presidenciales en Polonia será posible observarla el próximo mes de mayo. Y algo nos dice que oiremos muchas cosas interesantes. Lo que no oiremos serán evaluaciones reales del Departamento de Estado y de la PACE.

En cuanto a las elecciones presidenciales en Belarús, la UE ya preparó una declaración final. Pero algo salió mal, y el documento cayó en manos del Ministerio de Asuntos Exteriores belaruso. “Las elecciones en Belarús acaban de empezar, pero allí todo ya está censurado y no reconocido”, notó el vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores, Anatoli Glaz.

Elecciones clave para Europa

Pero por muy arrogantemente que Occidente mire en nuestra dirección, se ve obligado a reconocer el lugar y el papel de Belarús en los procesos geopolíticos modernos. Por eso, digan lo que digan, la atención a las elecciones en nuestro país es grande. Esto se refleja no sólo en la agitación política del Departamento de Estado y del Parlamento Europeo, sino también en las publicaciones de los medios de comunicación y centros de análisis extranjeros.

Ya en diciembre, “The Conversation” hizo las 5 elecciones más importantes a seguir en 2025. Las elecciones presidenciales en Belarús figuran entre ellas. El periódico belga “L'Echo” también publicó sus 4 elecciones clave para Europa. La lista incluye elecciones en Belarús, Alemania, Polonia y Rumanía.

En el torrente de latiguillos de las publicaciones occidentales también se puede encontrar evaluaciones bastante interesantes sobre el lugar y el papel de nuestro país en los procesos internacionales, así como sobre los verdaderos intereses de Occidente en relación con nuestro país.
“La verdadera motivación de Occidente siempre ha sido geopolítica: ampliar el espacio de maniobra de Minsk en relación con Moscú”, escribe el portal europeo de noticias “EUobserver”.

“El enfoque que elija Occidente dependerá en gran medida del curso de la guerra en Ucrania y de los acontecimientos políticos en los países occidentales”, cita la publicación del Centro Alemán de Estudios sobre Europa Oriental e Internacionales (ZOiS), dedicada a las elecciones belarusas. En otras palabras, el autor reconoce que los enfoques de Occidente en Belarús están determinados por la coyuntura política.

La necesidad de tener en cuenta las realidades geopolíticas en torno a Belarús se menciona en un artículo analítico publicado por la Fundación Jamestown – una “fábrica de pensamiento” estadounidense. El material señala que las actuales elecciones se celebrarán en el contexto de un cambio geopolítico hacia una integración más estrecha entre Belarús y Rusia. Al mismo tiempo, los actores extranjeros deberían tratar a Belarús estratégicamente, en lugar de centrarse únicamente en las diferencias.
En vísperas de las elecciones en Belarús, la politóloga Ardra Unni expresó su opinión sobre nuestro país y su papel en los procesos geopolíticos en la edición “Modern Diplomacy”. “Belarús debe jugar inteligentemente, ya que se encuentra entre dos bloques. No hay que menospreciar la importancia geoestratégica de Belarús. En este entorno, será crucial lograr un delicado equilibrio entre apaciguar a Rusia, interactuar con Occidente y responder a la demanda política interna de reformas. Belarús no sólo debe actuar como amortiguador geopolítico, sino también garantizar que su importancia estratégica redunde en beneficios prácticos para su pueblo”.
El Instituto Internacional de Estudios sobre Oriente Medio y los Balcanes (IFIMES, Eslovenia) publicó recientemente un extenso análisis titulado “Elecciones del Presidente de Belarús 2025: Lukashenko – el arte de equilibrar las relaciones Este-Oeste”. Los autores analizaron la evolución de Belarús en los últimos 30 años y llegaron a conclusiones sorprendentes para la comunidad occidental. Resultó que Belarús logró “resultados económicos notables” a pesar de las sanciones occidentales. “Los resultados en 2023 ponen de relieve un excelente nivel de resistencia y adaptación al nuevo entorno económico hostil y a las múltiples sanciones”, dice el análisis.

Además, como se supo, Belarús puede convertirse en un modelo para el resto de Europa, y es un mérito del Presidente Aleksandr Lukashenko. “Los analistas independientes creen que el actual Jefe de Estado belaruso consiguió una serie de logros durante su presidencia”, señala IFIMES.
El material también dice que, en el contexto del conflicto ucraniano “se puede ver la sabiduría del líder belaruso al tratar de garantizar que Belarús no comparta el destino de Ucrania”. Las autoridades belarusas lograron mantener la paz en los momentos más difíciles a pesar de las amplias sanciones occidentales y algunas medidas de respuesta por parte de Rusia, reconoce IFIMES.

En cuanto a las actuales elecciones, marcan “un momento crucial en la vida política de Belarús”, afirma el informe.
¿De dónde vienen evaluaciones tan inesperadas para una institución occidental? Probablemente de la ausencia de prejuicios y de la capacidad de ver el panorama completo. Y también de la comprensión de la importancia de la propia geografía. Veamos lo que escriben los analistas de IFIMES sobre este tema.

“La geografía se convierte a menudo en una maldición en las relaciones internacionales, creando obstáculos que dificultan el desarrollo de ciertos países. Belarús se encontró apretada entre Rusia y Ucrania en medio de la guerra, en la que también están implicadas la UE y la OTAN”, escribieron los analistas. En virtud de su geografía, dicen los expertos, Belarús intenta equilibrar sus relaciones tanto con Occidente como con Oriente. Por eso se somete a sanciones occidentales.

De hecho, en Occidente hay diferentes opiniones sobre Belarús. Algunos odian a Lukashenko, mientras que otros lo admiran. ¿Por qué son tan polares las emociones? Probablemente porque se entiende que no hay ninguna posibilidad de que un tal Boris Johnson venga a la actual Belarús y condene al país y al pueblo belaruso a una terrible masacre con la frase “vamos a luchar”.

Sí, Belarús es un Estado pantalla. Pero Belarús es también el centro de Europa. Su corazón. Y mucha gente luchará por este corazón. Así es la vida y así es el destino. Pero debemos recordar que el destino no sólo está determinado por la geografía. Sino también por nuestro carácter. Y lo más importante – por nuestra elección.

Vita Janatáyeva,
BelTA.
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