
VIENA, 8 ene (BelTA - Prensa Latina). - El incremento de los precios petroleros debido a las disputas entre Estados Unidos e Irán preocupa hoy con fuerza a los mercados que prevén un desequilibrio en el suministro de esa materia prima.
Este conflicto genera preocupación entre los inversores sobre el tema de los crecientes costos de la energía y su impacto en las ganancias de las firmas estadounidenses.
Si bien el sector de energía se beneficiará de los mayores precios del crudo, otros segmentos que van desde el transporte a las manufacturas y restaurantes, verán reducidos sus márgenes de ganancias.
Ello se debe el alza del costo de la gasolina. Algunos inversores dijeron que están actuando de manera más defensiva en este escenario.
El jefe de estrategia de activos de Wells Fargo Investment Institute, John LaForge, señaló que el petróleo aún no tiene un costo prohibitivo, pero es significativamente más alto que cuando las compañías preparaban sus presupuestos hace un año.
Agregó que podrían tener la capacidad para traspasarlos o no, pero en general aparecerán impactos.
Aunque a 70 dólares por barril el precio del petróleo sigue muy lejos del nivel que arrojaría a Estados Unidos a una recesión inmediata, los mayores costos de la energía en momentos de creciente riesgo geopolítico posiblemente dejarán secuelas.
Esas afectaciones estarán en el tapete de los inversores y compañías, dijeron analistas y gerentes de fondos.
Durante el último año, el precio del petróleo subió casi 25 por ciento, según datos de la firma Refinitiv, aumentando los costos de compañías en toda la economía, y dejando menos dinero en los bolsillos de los consumidores.
El conflicto entre Estados Unidos e Irán escaló, luego de que Teherán lanzó un ataque con misiles contra fuerzas lideradas por Washington en Iraq.
Dicho ataque hizo caer los futuros del S&P 500 más de 1,5 por ciento, antes de recuperar parte de sus pérdidas y cotizar con una baja del 0,2 por ciento.
El referencial S&P 500 cerró el martes con un descenso de 0,28 por ciento, y acumula una modesta alza de 0,2 por ciento en la primera semana completa del nuevo año, luego de trepar casi 30 por ciento en 2019.
Esas estimaciones se basan mayormente en proyecciones como el crecimiento económico, posible a recuperarse en 2020, aunque las ganancias corporativas descenderían 0,6 por ciento en el cuarto trimestre de 2019.
De esa suerte, la posibilidad de que el petróleo se mantenga en los niveles actuales o suba llevará a los inversores a tomar una posición más defensiva hasta que se vuelva más claro cómo responden las compañías.