
MINSK, 8 may (BelTA). - Si Belarús no crea objetos del futuro, el país será vulnerable, lo afirmó el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, en la inauguración del Centro Internacional de Exposiciones de Minsk el 8 de mayo, informa el corresponsal de BelTA.
“Si no nos orientamos hacia el futuro, si no creamos los objetos del futuro, seremos constantemente vulnerables, constantemente empujados hacia atrás. Y susurrarán en la cocina: ¿en qué país entraremos mañana? No vamos a entrar en ningún sitio. Siempre estaremos al lado de los demás. Pero para estar al lado, debemos ser interesantes para los que están a nuestro lado. Debemos ser capaces de hacerlo con nuestras propias manos”, subrayó el Jefe de Estado.
Por eso, señaló, debemos seguir constantemente las mejores prácticas, adoptar competencias, como ocurrió, por ejemplo, con la construcción de la Central Nuclear o la construcción del Centro Internacional de Exposiciones de Minsk. “Esa fue la idea de esta creación”, afirmó el Presidente.
Pronto aparecerá en Minsk otro objeto emblemático, en el que también se utilizarán tecnologías modernas. Se trata del museo de la estatalidad belarusa, el Museo Histórico Nacional, cuya construcción ha comenzado en el Parque de la Unidad Popular. “Tenemos que demostrar que no somos sólo un fragmento de algo. Tenemos que demostrar que esta tierra dio a luz a los belarusos hace mucho tiempo. Hace mucho tiempo. Quizá mucho antes que muchos de nuestros vecinos. Somos de allí. Somos milenarios. Cuando me encuentro con estadounidenses, suelo decir en broma: “¿Cuántos años tienen? Bueno, trescientos. Nosotros tenemos más de mil”. Y tenemos que demostrarlo. En primer lugar, a nuestros hijos, a nosotros mismos. Que somos de allí. Y eso es lo que hemos conseguido durante este tiempo”, subrayó Aleksandr Lukashenko.
Mostrando sus capacidades, Belarús demuestra una apertura y una disposición constantes para compartir su experiencia y suministrar tecnologías y productos a socios extranjeros. Es el caso, por ejemplo, de los países africanos. En su día, todo empezó con la cooperación con Zimbabue y el suministro de maquinaria agrícola nacional, transferencia de tecnología, servicios y centros de formación para especialistas locales.
“Se dieron cuenta de que no somos colonizadores como otros antes: los franceses, los británicos y otros. Hemos venido con bondad, queremos darles tecnología y enseñarles. Lo más importante para ellos hoy es alimentar a la gente. ¿Podemos hacerlo? Podemos”, constató el Presidente. Gracias a la cooperación con Belarús, Zimbabue, por ejemplo, ha conseguido cultivar y recoger una cosecha récord de cereales en los últimos años, con lo que no sólo ha satisfecho sus propias necesidades, sino que también ha comenzado a exportar.-0-