
MINSK, 16 abr (BelTA). – El Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, en la fiesta de Pascua encendió el cirio en la Iglesia de la Transfiguración en Shklov, informa BelTA.
“Hoy es un día especial para mí. Siempre miro esta buena tierra con gran emoción, ya sea volando desde un largo viaje de negocios desde el este o viniendo aquí. Son personas especiales para mí, lo saben. Con ustedes, sus padres, empezó todo para nosotros. En primer lugar, para mí y en mi vida. Una vez creyeron a una persona muy joven y me enviaron a un largo viaje desde esta tierra”, dijo el mandatario hablando de su patria chica.
“Quiero decir especialmente a los jóvenes (no lo entendía entonces), cuántas ganas de ir a casa tienes con el tiempo. Así que tarde o temprano todos volveremos a casa. Por eso siempre estoy aquí con especial palpitación y sentimiento. Pero, como notaron, me hospedé en Shklov raramente. Quizá por estas emociones. Pero llega un momento cuando tienes muchas ganas de ir a tu tierra natal. Dicen que si sueñas a menudo con algo, debes ir allí. Por eso hoy vine a ustedes – mis personas buenas y queridas”, señaló Aleksandr Lukashenko.
El Jefe de Estado agradeció a sus paisanos la fe que le dieron hace muchos años y lo que hicieron en su vida. “No diré que fue muy dulce para mí. Pero ocurrió así”.
Aleksandr Lukashenko subrayó que la Pascua es una fiesta alegre y buena, llena de expectativas especiales, al igual que el Año Nuevo. “Todas nuestras fiestas, tanto religiosas como laicas, son muy valiosas para nosotros, nuestro pueblo. ¿Quién puede decir que el Día de la Victoria no es una fiesta valiosa para nosotros?”.
En cuanto a la Pascua, el Jefe de Estado quiere vivir en paz, no decir nada y escuchar el silencio. “Así es para mí. Probablemente a mucha gente le ocurre lo mismo. Aunque, tras un largo ayuno, la gente se prepara: una copita, torrezno, un trozo de pan, hornazos, bollos y demás… Hay todo eso. Pero sigue siendo un día especial, un día que se venera”, compartió su opinión.
“En esta antigua iglesia quiero felicitar a nuestros belarusos, a todos los que nos verán hoy. Y una vez más, dando las gracias, quiero felicitarlos por esta buena y luminosa fiesta. Lo más importante es la paz y la salud”, deseó el estadista belaruso.
Aleksandr Lukashenko donó el icono del Señor Todopoderoso a la Iglesia de la Transfiguración. Este icono es una de las imágenes más antiguas y veneradas del Salvador. “Es valioso para mí porque fue hecho por nuestro belaruso. Que esté aquí”, subrayó.
A su vez, el Presidente recibió de regalo el icono de la Resurrección de Cristo. Está realizado con la técnica de pintura en miniatura con aplicación de esmalte.
La construcción de la Iglesia de la Transfiguración en Shklov fue iniciada por el sirviente de Catalina la Grande, Semión Zórich, a finales del siglo XVIII, y se completó en la segunda mitad del siglo XIX con donaciones de Agafia Sídorova, una ciudadana profundamente religiosa y fundadora del santuario. La iglesia permaneció activa durante los años del ateísmo y la Gran Guerra Patria. En 2014 se celebró el 150º aniversario de la fundación de la iglesia.-0-