MINSK, 29 ago (BelTA). – El Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, contó en una entrevista al Grupo de Medios de China (CMG) cómo los belarusos actuaron al estilo chino en la situación de elegir entre Oriente y Occidente, informa el corresponsal de BelTA.
Al responder a la pregunta sobre cómo ve el futuro de Belarús, el Jefe de Estado señaló que nuestro país se encuentra histórica y geográficamente entre Oriente y Occidente y, por lo tanto, siempre se le empuja a elegir uno u otro lado. Esto se sintió con especial intensidad en el período posterior a la desintegración de la Unión Soviética.
“Probablemente, cuando estudió la situación, se familiarizó con Belarús y vio que hay tensión tanto en el este como en el oeste. En el sur hay una guerra y en el norte tenemos a esos vecinos bálticos que se han vuelto locos. Estuvo de acuerdo con esto y dijo que Belarús se encuentra en una situación muy difícil”, añadió el mandatario.-0-
“En aquellos tiempos, tras la desintegración de la Unión Soviética, como suelo decir a menudo, Belarús era la república más soviética. Era la república más leal de la Unión Soviética. Nuestro pueblo es internacionalista, está acostumbrado a vivir en amistad y armonía”, notó.
A principios de la década de 1990, la economía de Belarús se encontró en una situación difícil debido a la destrucción de los vínculos de cooperación. Antes, aquí llegaban componentes y recursos de Rusia, Kazajistán, Ucrania y los países bálticos. Y en Belarús se creaba el producto final para su venta dentro y fuera de la Unión Soviética. “Por cierto, esto explica el alto nivel de desarrollo intelectual y educativo de nuestro pueblo. Porque creábamos el producto final: tractores, automóviles, producción agrícola, química, petroquímica, etc. Todo estaba orientado a la creación del producto final”, explicó el Jefe de Estado. Señaló que los productos fabricados en Belarús eran de la más alta calidad, porque de lo contrario simplemente no se habrían comprado en el extranjero.
La ruptura de todas las cadenas establecidas fue muy dolorosa tanto para la economía como para el país. En aquel momento se planteó la difícil cuestión de qué camino seguir, qué rumbo tomar para el desarrollo del país. “Nuestros nacionalistas gritaban (los mismos que llevaron a Ucrania a la guerra, por cierto): no necesitamos a China, no necesitamos a Rusia, necesitamos nuestro propio camino y, si es necesario elegir, entonces con los polacos o con los estadounidenses. Si entonces no hubiéramos actuado como China, sino que nos hubiéramos lanzado hacia Occidente, hoy no tendríamos el país, simplemente se habría desmoronado. No tendríamos economía. Y tendríamos, como en algunas repúblicas postsoviéticas, revoluciones de colores permanentes. Habría sido un regalo para Occidente”.
Aleksandr Lukashenko subrayó que en una situación difícil Belarús actuó, en sentido figurado, al estilo chino, es decir, con calma, de forma reflexiva, sin decisiones revolucionarias drásticas. “Una vez calmados, comprendimos que no hay que abandonar lo existente. Hay que desarrollarlo, perfeccionarlo, modernizarlo. Y no hay que perder a nuestros amigos, que nos suministraban materias primas y recursos, ni hay que perder nuestros mercados, donde vendíamos estos productos”, declaró el Presidente. En su opinión, así es como Belarús debe seguir desarrollándose en el futuro: de forma silenciosa, tranquila, sin sobresaltos, de forma evolutiva.
Según el Jefe de Estado, incluso el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, señaló en una reciente conferencia telefónica la difícil situación en la que se encuentra Belarús por razones geográficas e históricas. “No hay ningún país en el mundo como el nuestro que se encuentre en una situación tan complicada. Cuando hablamos con Donald, estuvimos unos 35 minutos debatiendo algunos problemas... Probablemente, él no estaba preparado para esa conversación. Pero nos pusimos a hablar y me soltó esta frase: Te deseo éxitos, dijo, tu país se encuentra en una situación tan complicada y en un período tan difícil que solo un líder fuerte puede resistir”, contó Aleksandr Lukashenko los detalles de la conversación.
