Maksim Ryzhenkov. Captura de pantalla del video de un.org
MINSK, 27 sep (BelTA). – Occidente debe ser líder en el proceso de cambio, no una fuente de amenazas y pérdidas. Lo declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Belarús, Maksim Ryzhenkov, durante su intervención en la sesión plenaria del 80º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, comunica el corresponsal de BelTA.
El ministro señaló que ya ha pasado un cuarto de siglo desde el momento en que desde la tribuna de la Asamblea General se pronunciaron una de las mayores esperanzas y promesas en la historia de la ONU.
"Sí, ya 25 años completos nos separan de la memorable Cumbre del Milenio, en la cual fueron adoptados los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Entonces parecía que con el inicio del nuevo milenio entrábamos también en una nueva era: la de la globalización benéfica y la prosperidad universal. ¿Y dónde nos encontramos un cuarto de siglo después? Por un lado, nos hemos vuelto aún más interconectados e interdependientes. Eso es mérito del desarrollo tecnológico, que constantemente cambia los conceptos de tiempo y espacio. Pero, por otro lado, han aparecido múltiples líneas de fractura que tachan por completo todo lo positivo", subrayó Maksim Ryzhenkov.
Citó una serie de cifras elocuentes. En el año 2000, había aproximadamente 50 millones de desplazados internos en el mundo, hoy ya son más de 120 millones. Más de mil millones de habitantes del planeta viven en condiciones de pobreza multidimensional. Conflictos en Ucrania, Palestina, Siria. El síndrome de posguerra en Afganistán, Irak, Libia y una serie de otros países, que no permite a los pueblos de estos Estados encaminarse firmemente hacia la recuperación.
"Acciones de fuerza a gran escala contra países soberanos fuera de todo marco legal. Billones de dólares para una militarización irreflexiva. Es a lo que hemos llegado en estos 25 años en lugar de esperanzas. Basta con mencionar las seis décadas y media de bloqueo económico a Cuba, a la que además, completamente sin fundamento, declararon patrocinadora del terrorismo. La misma situación ocurre con una supuesta amenaza relacionada con el narcotráfico por parte de Venezuela, algo absolutamente infundado e inaceptable. ¿Es este el resultado al que la ONU aspiraba todos estos 25 años?", recalcó el ministro.
¿Por qué entonces estas expectativas y esperanzas del inicio del milenio no se cumplieron? Al respecto, según sus palabras, resultaron proféticas las palabras del Presidente de Belarús, pronunciadas en aquella memorable Cumbre del Milenio: "Durante muchos siglos, un pequeño grupo de Estados decidió los destinos del mundo, considerando al resto de las naciones y pueblos como una masa sin derechos".
"El cuarto de siglo pasado mostró que muchos en Occidente no pudieron renunciar a su mentalidad multisecular. Por eso Occidente se convirtió no en un líder del proceso de cambio, sino en una fuente de amenazas y pérdidas. En ciertas élites occidentales, acostumbradas a vivir durante siglos a expensas de otros, continúa presente, aunque modernizada, una inercia de pensamiento aún colonial. No es sorprendente que hoy sigan mostrando la arrogancia y la soberbia de la fuerza hacia los países en desarrollo, que era característica de los tiempos coloniales", observó el ministro.
Por lo tanto, llamó la atención, en el último cuarto de siglo por parte de Occidente se pudo ver no un trabajo conjunto para resolver los problemas de desarrollo, sino la imposición de "democracia" y el "armamentismo" de la economía. Esta política generó numerosas guerras, caos, millones de refugiados, creó barreras en el comercio internacional, socavó la seguridad alimentaria global, arraigó la pobreza, el hambre y la desigualdad.
"Y las organizaciones internacionales, ante todo la ONU y la Organización Mundial del Comercio, fueron desplazadas a un lado. Es por eso que, como reacción a estas tendencias negativas, se populariza la idea de la regionalización, ocurre el crecimiento y fortalecimiento de mecanismos de cooperación no vinculados con los países de Occidente, como BRICS, OCS, ASEAN, CEI, UEE, Liga de Estados Árabes, Unión Africana. Estas estructuras reflejan los intereses de los países de la Mayoría Global, funcionan sobre principios de respeto mutuo, igualdad, consenso, y no de dominación y saqueo. En esencia, están formando una arquitectura económica multipolar justa del desarrollo. Y, de manera absolutamente natural, surgió la muy oportuna iniciativa del presidente de la República Popular China, Xi Jinping, sobre la gobernanza global, que Belarús apoya plenamente", concluyó el diplomático.-0-
