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MINSK, 27 sep (BelTA). – Los vecinos europeos de Belarús intentan crear en su población la sensación de una amenaza inminente de los "bárbaros" del Este. Lo declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Belarús, Maksim Ryzhenkov, durante su intervención en la sesión plenaria del 80º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, informa el corresponsal de BelTA.
Maksim Ryzhenkov recordó la iniciativa belarusa de desarrollar la Carta Euroasiática de la Multipolaridad y la Diversidad en el siglo XXI. Está llamada a lanzar un nuevo paradigma de la arquitectura euroasiática de seguridad igual e indivisible.
"Instamos a todos los Estados euroasiáticos a unirse al proceso y mostrar la misma responsabilidad que demostraron nuestros predecesores hace medio siglo. No hay alternativa a tal diálogo. Necesitamos deshacernos de los prejuicios y sentarnos a la mesa de negociaciones. Nuestro llamado, sin duda, está dirigido también a los países de la Unión Europea, que tradicionalmente reciben con escepticismo cualquier iniciativa proveniente del Este. Pero quisiera recordar: ese Este está lejos de ser el que era incluso una década atrás. Es, en esencia, el Sur Global o incluso la Mayoría Global, con la que habrá que contar. Es hora de entender finalmente: los tiempos del dictado del Occidente colectivo se quedaron en el pasado", indicó.
Según sus palabras, a los europeos les convendría reflexionar sobre su lugar en el mundo a la luz de las transformaciones en curso, que no les benefician.
"La caída de la competitividad económica conduce a la erosión del modelo tradicional europeo del Estado de bienestar, el empeoramiento de las condiciones de vida y el aumento de la desigualdad. La loca militarización de la región está llevando a Europa, y especialmente a los nuevos países de la UE y la OTAN, a un profundo abismo financiero. Está ocurriendo una rápida destrucción de los fundamentos civilizacionales de la sociedad europea como resultado de una migración masiva prácticamente incontrolada y una política fallida de multiculturalismo artificial como respuesta a este desafío. Y todo esto en medio de nuevas vallas que se erigen apresuradamente en la dirección oriental. Y ya no son vallas de hormigón, sino políticas, ideológicas, interhumanas y en general civilizacionales", subrayó el diplomático.
"¿Y qué hay detrás de esta valla? Allá no están solo Belarús y Rusia. Allá, hasta el horizonte del Pacífico y hasta el océano Índico, como dicen nuestros amigos chinos, se está formando su comunidad de destino común, de responsabilidad compartida por el futuro de la humanidad. Con el debilitamiento de las fronteras aduaneras y físicas, el fortalecimiento de la interacción en todo el espectro de problemas actuales, el desarrollo de contactos interhumanos, una interacción multifacética. Una comunidad donde, a pesar de las numerosas diferencias culturales y nacionales, se respetan mutuamente, no se imponen dogmas ideológicos ni reglas de comportamiento. Y miles de millones de personas, millones de kilómetros de territorios, una economía poderosa y de rápido crecimiento, las tecnologías más avanzadas, ya son propias. Todo eso existe allí. Y, por cierto, sus propios mecanismos modernos de interacción: BRICS, OCS, ASEAN, la Unión Africana, la Liga de Estados Árabes", resumió Maksim Ryzhenkov.-0-
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