MINSK, 5 dic (BelTA). – Belarús reafirma su apoyo a los esfuerzos de la comunidad internacional en la lucha contra las sanciones ilegales. Con tal declaración se pronunció la Representación Permanente de Belarús ante la ONU en la sesión plenaria informal de la Asamblea General, dedicada al Día Internacional contra las Medidas Coercitivas Unilaterales, informa BelTA.
"Reafirmamos nuestro apoyo a los esfuerzos de la comunidad internacional en esta dirección. Subrayamos que las medidas coercitivas unilaterales son un instrumento ilegal y destructivo, que es utilizado activa e impunemente por ciertos Estados miembros de la ONU, violando el derecho internacional. Recuerdo que la resolución de la Asamblea General "Día Internacional contra las Medidas Coercitivas Unilaterales" fue apoyada por 116 Estados miembros de la ONU. Esto significa que la abrumadora mayoría de los Estados no apoya la política de coerción unilateral ilegal. Una política que durante años la minoría, que votó en contra, nos impone como un bien", declaró la primera secretaria de la Representación Permanente de Belarús ante la ONU, Anna Gríschenko.
Ella llamó la atención sobre que hoy, cuando la escala de la escasez de alimentos en el planeta se acerca a niveles de posguerra, los países exportadores de alimentos, fertilizantes, maquinaria agrícola son privados por motivos políticos del derecho a suministrar sus productos a los necesitados.
Y esto, según la diplomática belarusa, no es retórica. Así, en el informe conjunto de la FAO y otras agencias especializadas de la ONU de 2025 sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo se indica que las sanciones económicas impuestas contra Belarús y Rusia, dos importantes exportadores de fertilizantes, llevaron a interrupciones en los suministros de fertilizantes y, por lo tanto, a un aumento brusco de sus precios en 2022.
Al mismo tiempo, las sanciones no solo socavan la seguridad alimentaria. Si hace 20 años el comercio internacional crecía más rápido que el PIB mundial, en la última década la situación ha cambiado.
"Esto es consecuencia de la creciente fragmentación de la economía global, resultado natural de la política insensata llevada a cabo por los países occidentales y dirigida a la politización e incluso la militarización de la economía global a través de sanciones económicas unilaterales ilegales, guerras comerciales y de divisas, confiscaciones de activos financieros, imposición de aranceles artificiales y una serie de otras restricciones y medidas. Pero como todo en nuestro mundo está interconectado, estas acciones no solo crean barreras en el comercio internacional, sino que también arraigan la pobreza, el hambre y la desigualdad, ralentizan artificialmente el ritmo de desarrollo. Por eso no es sorprendente que los Objetivos de Desarrollo Sostenible hoy en el mundo se hayan implementado solo en un 20 %, y esto mientras desde la tribuna de la ONU escuchamos llamados a consolidar los esfuerzos internacionales para alcanzar la Agenda 2030", indicó Anna Grischenko.
En la Representación Permanente de Belarús ante la ONU lamentaron que, a pesar de las recomendaciones elaboradas por la relatora especial sobre los efectos negativos de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos, las recomendaciones adoptadas sobre este tema por la Asamblea General y el Consejo de Derechos Humanos, las sanciones siguen siendo impuestas. Esto se acompaña de consecuencias extremadamente negativas, que afectan la posibilidad de realización y protección de los derechos humanos.
"Hacemos un llamado a toda la comunidad internacional a asumir la responsabilidad por nuestro presente y futuro común, renunciando a la práctica perniciosa de aplicar medidas coercitivas unilaterales ilegales. Recordar, finalmente, que nosotros somos los pueblos de las Naciones Unidas, que hace 80 años estábamos "resueltos a practicar la tolerancia y a convivir en paz como buenos vecinos" y a "emplear un mecanismo internacional para promover el progreso económico y social de todos los pueblos", resumió Anna Gríschenko.
Un evento especial con motivo del Día Internacional contra las Medidas Coercitivas Unilaterales tuvo lugar el 4 de diciembre también en la Oficina de la ONU en Ginebra. La conferencia fue organizada por el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU.
El Día Internacional contra las Medidas Coercitivas Unilaterales se celebra por primera vez de acuerdo con una resolución de la Asamblea General, adoptada en junio de 2025. Como señaló la representante permanente de Belarús ante la Oficina de la ONU en Ginebra, Larisa Bélskaya, Belarús, como la mayoría internacional, está convencida de que las medidas coercitivas unilaterales contradicen el derecho internacional y la Carta de la ONU, socavan la cooperación interestatal, basada en los principios de respeto a la soberanía y no injerencia en los asuntos internos.
"Las sanciones son aplicadas, por lo general, por Estados occidentales para impulsar los intereses políticos y económicos de sus élites, que utilizan masivamente las medidas coercitivas unilaterales como un arma contra Estados soberanos, sin tener en cuenta sus consecuencias negativas tanto para los derechos humanos como para la economía y el comercio mundial y el desarrollo sostenible", declaró Larisa Bélskaya.
La diplomática belarusa saludó la actividad de Elena Dovgan, relatora especial sobre los efectos negativos de las medidas coercitivas unilaterales en los derechos humanos. Gracias a los esfuerzos de la relatora especial se ha recopilado una amplia base probatoria de la influencia destructiva de las sanciones en los derechos humanos, incluyendo los derechos básicos a la vida, la salud, la educación y muchos otros.
La Representante Permanente de Belarús subrayó la importancia de la decisión de la comunidad internacional, que estableció el Día Internacional contra las Medidas Coercitivas Unilaterales, para acercar el abandono completo de su uso en las relaciones internacionales.-0-
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