MINSK, 10 jun (BelTA). - La presión del Occidente calienta la situación en torno a Belarús y provoca una escalada de tensión en la región de Europa del Este. Esta opinión fue expresada al periódico SB. Belarus segodnya por el presidente de la Comisión Permanente del Consejo de la República para Asuntos Internacionales y Seguridad Nacional, Serguéi Rachkov, informa BelTA.
Según el senador, lo que está ocurriendo en torno a Belarús es un intento del Occidente colectivo de presionar y alejar a nuestro país de Rusia. “Por supuesto, se trata de una estrategia geopolítica. Antes hubo un escenario de la revolución de colores que no se llevó a cabo: bloqueo de empresas, intentos de organizar huelgas, implicación de las mujeres y los jóvenes en las protestas. Pero la consolidación de nuestra sociedad alrededor del Jefe de Estado detuvo estos procesos, cuyo objetivo principal era un intento de cambiar el comportamiento de Belarús que durante mucho tiempo había sido insatisfactorio para el Occidente, que quería que jugáramos según sus reglas, y nosotros no estamos de acuerdo con esto conceptualmente. Por cierto, estas presiones agravan la situación en torno a Belarús y provocan una escalada de tensiones en la región de Europa del Este. En general, gracias a los enormes esfuerzos de Belarús en las últimas décadas, esta región se hizo más tranquila y segura. Pero ahora los países occidentales probablemente tendrán que gastar dinero y esfuerzos por su cuenta”, supuso Serguéi Rachkov.
Señaló que Belarús siempre reaccionaba de forma cuidadosa y deliberada ante los pasos poco amistosos de los países occidentales, especialmente de la UE y Estados Unidos. “Siempre calculamos lo doloroso que serían nuestras contramedidas para la economía y nunca tomamos la decisión de perjudicarnos a nosotros mismos. Esperamos que el Occidente entre en razón y comience a aplicar una política más constructiva hacia Belarús”, relató el senador.
Serguéi Rachkov recordó la reunión celebrada esta semana de los presidentes de las Cámaras del Parlamento belaruso y el jefe del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional. Hablaron de la cooperación interparlamentaria, así como de la cooperación económica y de cómo contrarrestar la presión que el Occidente colectivo ejerce sobre Belarús y China. “Esta reunión demostró una vez más que China es un amigo y socio serio de Belarús, no sólo en la economía sino también en la política. Otros países son India y algunos países del sudeste asiático. Muchos países africanos también muestran su interés por desarrollar la cooperación comercial y económica con Belarús, a pesar de la situación creada artificialmente por los países occidentales alrededor de nosotros. Hay socios que entienden a Belarús”, señaló.
Lo que más le sorprende es la posición de Ucrania. “Le ayudamos muchas veces: políticamente, económicamente y en términos humanitarios. Pero cuando el país está bajo control extranjero, cuando los oligarcas, y no los políticos experimentados, tratan de gobernarlo, empiezan a dispararse en el pie, sin entender que será el pueblo ucraniano el que sufra. Este pueblo es muy cercano y respetado para nosotros, esperamos mantener las relaciones con ellos, desarrollar los lazos humanitarios. Pero económicamente, responderemos a la política del Estado ucraniano, que ha comenzado a aplicar contra nuestro país. Belarús tiene suficiente influencia para ejercer esa presión sobre Ucrania. Tanto más cuanto que las condiciones meteorológicas son ahora favorables, y cuando el frío se instale, Ucrania podrá sentir mucho más claramente las consecuencias de su política. Al mismo tiempo, las 200 empresas ucranianas que se verán afectadas por las contramedidas del gobierno belaruso sentirán mucho más rápido las contramedidas de Minsk. También lo harán unas 300 empresas de Lituania, 250 de Chipre, 160 de Letonia, 150 de Alemania y 140 de Polonia”, acentuó Serguéi Rachkov.
El Consejo de la República también debatió la cuestión de la responsabilidad por las peticiones de sanciones contra su país. “Cuál debe ser la responsabilidad, podemos discutir. Puede haber medidas extremas, como la privación de la ciudadanía por pedir sanciones, y otras formas. En mi opinión, por el momento, hay que hablar más de algunas formas de impacto político, moral de los que llevan a cabo estos llamamientos. No excluyo que en un futuro próximo pueda aparecer en el Parlamento un proyecto de ley que estipule la responsabilidad específica por las peticiones de sanciones económicas, políticas y de otro tipo contra el propio país. Por cierto, este fenómeno es en sí mismo extraño, por no decir feo. Llevo mucho tiempo trabajando en el ámbito de las relaciones internacionales y no recuerdo ningún caso de tal presión sobre el país por parte de sus ciudadanos, que hablan de mejorar su vida, pero en realidad utilizan métodos que pueden llevar al caos”, resumió Serguéi Rachkov.-0-
