MINSK, 23 feb (BelTA). – No hay razones para la atención exclusiva a Belarús en el contexto del tema de derechos humanos, salvo que sólo para presionar políticamente al Gobierno legítimo. Lo declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Belarús, Vladímir Makéi, interviniendo hoy en la 46ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, anuncia BelTA.
“Belarús es un estado joven, independiente, que se está desarrollando progresivamente. Nunca afirmábamos que nuestro país es ideal, pero estamos rotundamente en contra de las acusaciones subjetivas de la violación de los derechos humanos que expresan en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU algunos de sus miembros. No hay razones para la atención exclusiva a Belarús en el contexto del tema de derechos humanos, salvo que sólo para presionar políticamente al Gobierno legítimo”, está convencido el canciller.
Vladímir Makéi prestó atención a que ningún país de Europa sufre la presión tan fuerte por parte de los países occidentales como Belarús. “Parece que alguien no puede acostumbrarse a la idea de que, a pesar de una dura presión política y económica, el Estado belaruso se está desarrollando no según patrones de los países occidentales, sino tan cómo decide el mismo pueblo belaruso, partiendo de sus propios intereses”.
Por esta posición independiente Belarús fue sometida a un duro ataque del exterior. De motivo sirvió el descontento de una parte de la población de los resultados de las elecciones presidenciales. “Con el fin de derrocar a las autoridades vigentes fueron utilizados todos los mecanismos posibles de desestabilización de la situación dentro del país: comenzando con los bulos en las redes sociales, la estimulación y el apoyo político y financiero de las protestas supuestamente “espontáneas” hasta las sanciones políticas y económicas. Pero Belarús resistió. Conservamos el país, su soberanía e independencia”, apostilló el jefe de la Cancillería belarusa.
El ministro añadió que en la VI Asamblea Popular de toda Belarús en Minsk participaron miles de los belarusos que representaban a todos los grupos sociales, la gente de diferentes profesiones y opiniones. Él resaltó que las discusiones y decisiones de la asamblea confirmaron expresamente el apoyo por la mayoría de la población de la política del Estado encaminada a estimular los derechos sociales y económicos de la gente, la unidad del pueblo belaruso y su orientación a los cambios constructivos en la vida sociopolítica, incluso la próxima reforma constitucional y la promoción de la actividad política de la población.-0-
