MOSCÚ, 2 feb (BelTA). – Las esperanzas de que la pandemia de COVID-19 cambie el carácter agresivo de las relaciones internacionales y disminuya la tensión en el mundo se frustraron. Lo declaró hoy el secretario general de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), Stanislav Zas, en la reunión informativa dedicada a la situación político-militar en la zona de responsabilidad de la organización y alrededor de ella, los resultados del trabajo de la OTSC en 2020 y las metas para 2021, anuncia BelTA.
“La pandemia de coronavirus se convirtió en una nueva amenaza global, cambió mucho nuestra vida. Afectó prácticamente a todas las esferas de la actividad: política, socioeconómica, militar y otras. El año pasado comprendimos mejor la vulnerabilidad de nuestro mundo, la fragilidad del bienestar y estabilidad, aunque sean relativos, a los cuales estamos acostumbrados. Además, la pandemia agudizó la necesidad de consolidar esfuerzos de toda la humanidad para resistir a esta amenaza nueva e insuficientemente estudiada. Con todo eso las esperanzas de que la nueva amenaza – pandemia de COVID-19 – cambie el carácter de las relaciones internacionales, disminuya la agresividad de la política exterior e incite a los países a la unión de esfuerzos y la cooperación se frustraron”.
Stanislav Zas señaló que las llamadas, incluso del secretario general de las Naciones Unidas, a terminar las guerras y unirse no recibieron el apoyo adecuado. “Al revés, observamos la acentuación de las contradicciones entre los estados, la acrecencia de los humores militaristas de la parte occidental de la élite política”.-0-
