MINSK, 24 feb (BelTA). – Hoy en día somos testigos del intento de los países occidentales de introducir una práctica nueva de influir en el tribunal a través de los diplomáticos. De este modo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Belarús, Anatoli Glaz, comentó a los periodistas los casos cada vez más frecuentes de las visitas de los diplomáticos extranjeros a ciertas audiencias judiciales y organizaciones no gubernamentales en Belarús, anuncia BelTA.
Según destacaron en la Cancillería, Belarús respeta las normas y estándares reconocidos universalmente en lo que toca al procedimiento judicial. La decisión de celebrar las audiencias abiertas o cerradas la toman las autoridades judiciales acorde con la legislación incluso con el fin de asegurar una decisión imparcial sobre el caso y excluir la posible presión sobre las autoridades judiciales. “En el país se crearon las condiciones de transparencia de las audiencias y están fijadas a nivel legislativo las normas que regulan la oportunidad para presenciar el procedimiento judicial incluso para los representantes extranjeros (diplomáticos, empleados consulares) en los procedimientos judiciales donde una de las partes es ciudadano de dicho estado extranjero”, detalló el vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores.
“Sin embargo, hoy en día somos testigos del intento de los países occidentales de introducir una práctica nueva. Se trata de la práctica de influencia en el tribunal a través de los diplomáticos. La presencia no justificada de los diplomáticos extranjeros en las audiencias judiciales abiertas según los casos no vinculados con sus ciudadanos representa un intento de participación encubierta en la toma de decisión judicial por medio de la presión sobre el tribunal. Mientras tanto subrayó que tal presión se ejerce no por parte de un ciudadano extranjero como persona, sino por un diplomático como representante de un estado extranjero. Es decir, se trata de la presión de facto sobre el tribunal de parte de un estado extranjero”, precisó Anatoli Glaz.
Acorde con sus palabras, dicha práctica es inaceptable para cualquier estado soberano desde el punto de vista de la inadmisibilidad tanto de la injerencia en los asuntos internos, como de la violación de la independencia judicial. “Los intentos de los estados extranjeros de presionar el sistema judicial belaruso incluyendo las acciones de visitas colectivas de los diplomáticos extranjeros a las audiencias judiciales no vinculadas con los ciudadanos de dichos países se consideran abuso de estatus diplomático. Nos reservamos el derecho a suprimir dichos intentos aprovechando todas las oportunidades jurídicas acorde con la legislación nacional y el derecho internacional incluyendo los mecanismos previstos por la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas”, declararon en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Anatoli Glaz también señaló que parece bastante dudosa la práctica de visitas por parte de los diplomáticos extranjeros a las organizaciones no gubernamentales, es más, las no registradas oficialmente cuyos empleados se encuentran sometidos a procedimientos legales por sospechas de actividad financiera ilegal incluso con la atracción de los recursos ilegales desde el extranjero. “Subrayo aparte que los comentarios críticos sin fundamento según tales procedimientos por parte de los diplomáticos extranjeros parecen más que raros ya que las similares actividades financieras ilícitas también son procesadas en sus países”, agregó el portavoz de la Cancillería belarusa.-0-
