MINSK, 14 oct (BelTA). – Cualquier grosería de los embajadores occidentales es un intento de influir en la situación política en Belarús. Tal opinión la expresó al éter del canal ONT el presidente del directorio de la sociedad belarusa Znanie, Vadim Guiguin, anuncia BelTA.
“Lo que se permiten (por cierto, no sólo en Belarús, sino en los países de Europa del Este en general) los embajadores de los estados occidentales es inadmisible en cualquier país del mundo. Cualquier grosería (cuando comentan nuestros eventos de política nacional, se reúnen con los políticos sin notificar a los organismos estatales) es un intento de influir de una u otra manera en la situación política en el país. Debe reprimirse”, enfatizó Vadim Guiguin.
Él señaló que los diplomáticos extranjeros crean en el país un sistema de influencia, llaman a la abolición de la pena capital, asisten a los procesos judiciales y participan en los actos no autorizados. “El 6 de enero EEUU celebrará un aniversario. ¿Pueden imaginar que el embajador belaruso o ruso venga a la audiencia, envíe demandas a la fiscalía de distrito? Significaría una deportación para siempre”.
Vadim Guiguin llamó tal comportamiento de los embajadores occidentales como una manifestación del neocolonialismo. “Se considera la gente de primera calidad, y a nosotros – de segunda”, añadió.-0-
