MINSK, 18 feb (BelTA). - Los ataques de las misiones diplomáticas occidentales son un dictado, una presión descarada y un intento de interferir en los asuntos internos. Esta opinión fue expresada por el jefe del departamento de información y diplomacia digital - portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Belarús, Anatoli Glaz, comentando al corresponsal de BelTA la declaración de la representación de la UE en nombre de los estados miembros de la UE y de las embajadas de Estados Unidos, Gran Bretaña y Suiza en relación con una serie de acciones de investigación en Belarús.
"Desde el punto de vista de la diplomacia y del sentido común en general, puede interpretarse como un acto completamente absurdo. No está claro a quién tratan de engañar nuestros colegas y quiénes creen que son los belarusos. En cada rincón declaran su posición de apoyo a la independencia de nuestro país, mientras tales pasos demuestran que no les importa la soberanía de Belarús. Ni siquiera tenemos que explicar que estos ataques de las misiones diplomáticas son una especie de dictado, una presión no oculta y un intento de interferir en los asuntos internos", comentó el representante de la cancillería.
"Además, es fantasmagórico que las mencionadas acciones de investigación se refieren a los aspectos financieros, que están estrictamente prohibidos en cualquiera de los países autores de la declaración", notó Anatoli Glaz.
"Con todo eso vemos que los autores no sólo menosprecian los derechos soberanos de Belarús, sino que desconocen la legislación de nuestro país e intentan ponerse por encima de los sistemas judicial y de seguridad del país. No está claro por qué los diplomáticos de estos países han decidido probarse una imagen de Prometeo, haciéndose pasar por jueces, fiscales y expertos competentes", añadió.
Según sus palabras, "observamos exactamente la misma hipocresía con las sanciones "caritativas", que de alguna manera deberían ayudar a los belarusos, pero de hecho, miles de nuestros ciudadanos, y no sólo nuestros ciudadanos, sienten lo contrario”.
"No queríamos cuestionar la competencia profesional de nuestros colegas, así que sólo recordamos que, según el apartado 7 del artículo 2 de la Carta de la ONU, todos los estados miembros de la ONU sin excepción, incluidos los países de la UE, EEUU, el Reino Unido y Suiza, tienen el deber de abstenerse de interferir en asuntos de la jurisdicción interna del estado, así como de adoptar otras medidas incompatibles con los fines de la ONU. Además, cada estado está obligado a respetar la soberanía de los demás estados, es decir, su derecho a ejercer todo tipo de poder (legislativo, ejecutivo, administrativo y judicial) dentro de su propio territorio sin ninguna injerencia del exterior, tal y como se refleja en el apartado 1 del artículo 2 de la Carta de la ONU", dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.
"Belarús no es una zona de su mandato, sino un estado soberano con plena autoridad sobre su territorio y con los instrumentos necesarios para proteger sus intereses nacionales, incluida la aplicación de su legislación nacional en pleno cumplimiento de sus obligaciones jurídicas internacionales", afirmó Anatoli Glaz.
El director del departamento está convencido: "Estas declaraciones parecen especialmente engañosas con el trasfondo de los procesos que están teniendo lugar en varios países de la UE, incluido lo que hemos presenciado desde ayer en uno de ellos”. Por lo tanto, en el marco de sus obligaciones jurídicas internacionales, Belarús se reserva el derecho de garantizar a los autores de la declaración que sigan "coordinando las medidas relativas a la situación de los derechos humanos" en sus estados.
"Creo que la posición correspondiente también será comunicada oficialmente por nosotros a la representación de la UE en Belarús", resumió el representante oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores.-0-
