MINSK, 19 sep (BelTA). – Belarús está interesada en cooperar con el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas, pero sobre la base de un diálogo equitativo y respetuoso. Lo declaró Larisa Bélskaya, representante permanente de Belarús ante la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra, en el marco del debate celebrado en la 60ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, informa BelTA.
En primer lugar, Larisa Bélskaya señaló que la parte belarusa no reconoce todos los mandatos de país establecidos en el Consejo de Derechos Humanos por iniciativa de un grupo de países en relación con Belarús.
“Ni el grupo de expertos ni el ponente especial pueden considerarse mecanismos de cooperación internacional en materia de derechos humanos que debe desarrollar el Consejo. El objetivo de estas formaciones es difamar sistemáticamente a mi país para justificar y legitimar la presión política y sanciones económicas que la Unión Europea y otros países están aplicando a Belarús, siguiendo sus objetivos geopolíticos”, subrayó la diplomática.
Según ella, los documentos fabricados por el grupo, los llamados informes, son una compilación irresponsable de inventos y manipulaciones de hechos, evaluaciones sesgadas y tendenciosas, cuya elaboración y difusión suponen cuentas de India.
“Estos mecanismos no son la voz del pueblo belaruso, sino la voz de los países que financian anualmente este espectáculo en el Consejo y pagan las “investigaciones”. Los métodos de presión y sanciones que un grupo de países occidentales lleva 30 años intentando aplicar contra Belarús no funcionan. Llamo a los impulsores del mandato de país sobre la situación de los derechos humanos en Belarús en el Consejo de Derechos Humanos para que dejen de echar leña al fuego de la confrontación y la polémica estéril, que cada año consume los recursos de las Naciones Unidas y los recursos de sus países, en lugar de destinarlos a resolver los problemas reales de las personas necesitadas”, declaró Larisa Bélskaya.
Destacó que la soberanía y la independencia tienen un valor absoluto para el pueblo de Belarús. “Insistimos en nuestro derecho, protegido por la Carta de las Naciones Unidas, a determinar de forma independiente el camino de desarrollo del Estado belaruso y a formular la política exterior e interior. Belarús ha sido y sigue siendo un miembro responsable de la comunidad internacional. Estamos interesados en mantener un diálogo interestatal, un diálogo con las estructuras de defensa de los derechos humanos, sabemos aceptar de forma constructiva las críticas fundadas y trabajar con el fin de aplicar al máximo las normas internacionales en materia de derechos humanos en el marco de enfoques universalmente acordados, y no en el sentido arbitrario de un “orden basado en las reglas de alguien”, resaltó la representante de Belarús.
“A pesar de los continuos desequilibrios en el trabajo del CDH a favor de mecanismos de país no consensuados, creemos que el CDH tiene un potencial constructivo y que los Estados miembros están interesados en cooperar sobre la base de un diálogo equitativo y respetuoso, sin politización, sin intentar imponer a todos los países un modelo único y estrecho que niega los contextos nacionales. Otro enfoque destruye la multilateralidad y ampliará la práctica de la falta de cooperación de los gobiernos con mecanismos que son inicialmente motivados políticamente y programados para ejercer presión, y que en esencia parasitan los derechos humanos”, afirmó la diplomática.
Larisa Bélskaya señaló que la mayoría de los países no occidentales se abstiene durante años de participar en este tipo de reuniones. En otras palabras, el monólogo del grupo y sus fundadores demuestra la falta de perspectivas de este formato de trabajo del Consejo de Derechos Humanos.-0-
