LA HABANA, 2 jul (BelTA - Prensa Latina). - El escritor cubano Eliseo Diego celebraría hoy 100 años de vida; pero el tiempo implacable nos privó hace un cuarto de siglo de su genial pluma y mente creadora.
Gabriel García Márquez calificó a Diego como 'uno de los grandes poetas en lengua castellana', definitivamente un gigante de la poesía, esa que creía necesaria para lograr una vida mejor.
Junto a otros creyentes en la virtud formadora de la cultura, Diego fundó el icónico grupo Orígenes, semilla germinal de una corriente de pensamiento crítico sobre la que se alzaron nuevos valores estéticos de la literatura cubana.
Si bien cultivó con éxito el ensayo y la prosa, es en el verso donde su estatura alcanza dimensiones olímpicas, y como prueba de esas aptitudes están los poemarios En la calzada de Jesús del Monte, Por los extraños pueblos, El oscuro esplendor y Poemas al margen.
'Soy, de oficio, poeta, es decir: un pobre diablo al que no le queda más remedio que escribir en renglones cortos que se llaman versos', se definía el poeta a cuyo centenario el Ministerio de Cultura de Cuba (Mincult) dedica un programa de homenajes.
Varias instituciones culturales desarrollan acciones conmemorativas relacionadas con la vida y obra del Premio Nacional de Literatura 1986, entre ellas la Biblioteca Nacional José Martí (BNJM), el Instituto Cubano del Libro, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, la Asociación Hermanos Saíz, y el Centro Cultural Dulce María Loynaz.
De acuerdo con el Mincult, la celebración de la fecha consiste principalmente en la publicación de la obra, documentos y fotos de Diego en las redes sociales.
La BNJM publica un dossier y es sede de un encuentro de poetas, actores, estudiosos de la obra de Diego y trovadores, además proyecta audiovisuales e inaugura una exposición bibliográfica.
Por otra parte, la revista cultural La Jiribilla dedica su número de la semana al notable intelectual cubano, mientras que en la casa natal de Diego es develada una tarja conmemorativa.
También el proyecto Cubapoesía desarrolla un mitin poético al que confirmaron su participación intelectuales de diversos puntos del orbe.
De igual manera fuera de Cuba se recuerda al ganador del Premio de Literatura Juan Rulfo 1993, iniciativa en la que destaca la Universidad de La Sapienza, en Roma, Italia.
La cultura y poesía cubanas deben mucho a Diego, quien veía en la creación del verso no un acto de vanidad o el deseo de brillar, sino una necesidad.
'No me queda más remedio que escribir estas cosas que se llaman poemas', dijo el notable intelectual cuya obra sin dudas marcará a generaciones por venir.
