
Fotografía: iStock
MOSCÚ, 19 may (BelTA - TV BRICS) - En la región de Los Lagos, al sur de
Chile, se presentó el proyecto Incentivos para la Conservación de la
Biodiversidad (ICB), una propuesta que busca preservar la caleta
Huellelhue mediante la colaboración entre comunidades indígenas,
pescadores locales y el Ministerio del Medio Ambiente, con respaldo del
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La coordinadora del plan, Amerindia Jaramillo, explicó que se pretende valorar el rol de las comunidades costeras en la protección del entorno y, a la vez, ofrecer soluciones sostenibles, según información de Crónica Digital, socio de la red TV BRICS.
Uno de los focos del proyecto es la recuperación del hábitat del choro zapato o maltón, un molusco nativo que forma parte de la dieta tradicional chilena y representa una fuente clave de nutrientes.
Además, el PNUD promueve estrategias que combinen la conservación del recurso con la generación de ingresos para los habitantes.
La propuesta contempla dos líneas de acción: por un lado, el establecimiento de normativas claras para minimizar el impacto ambiental y resguardar la biodiversidad; y por otro, la creación de herramientas financieras y estímulos económicos que motiven la participación activa de las comunidades.
Además, se están desarrollando iniciativas turísticas vinculadas al ecosistema local, promoviendo así una economía sustentable basada en el respeto por el medioambiente.
La coordinadora del plan, Amerindia Jaramillo, explicó que se pretende valorar el rol de las comunidades costeras en la protección del entorno y, a la vez, ofrecer soluciones sostenibles, según información de Crónica Digital, socio de la red TV BRICS.
Uno de los focos del proyecto es la recuperación del hábitat del choro zapato o maltón, un molusco nativo que forma parte de la dieta tradicional chilena y representa una fuente clave de nutrientes.
Además, el PNUD promueve estrategias que combinen la conservación del recurso con la generación de ingresos para los habitantes.
La propuesta contempla dos líneas de acción: por un lado, el establecimiento de normativas claras para minimizar el impacto ambiental y resguardar la biodiversidad; y por otro, la creación de herramientas financieras y estímulos económicos que motiven la participación activa de las comunidades.
Además, se están desarrollando iniciativas turísticas vinculadas al ecosistema local, promoviendo así una economía sustentable basada en el respeto por el medioambiente.