La frase que después de la pandemia del Covid-19 el mundo no será igual ya la aprendieron todos. ¿Cómo será y qué perspectivas tiene Belarús en este nuevo mundo? ¿Qué ventajas tiene el país y qué puede oponer a la crisis económica que llega? El corresponsal de BelTA conversó con el politólogo ruso que es docente de la cátedra de la teoría política del Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú, Kirill Kóktysh.
- En condiciones del coronavirus la economía de la mayoría de los países resultó casi paralizada. ¿Si es posible el reinicio rápido de la economía mundial? ¿Si tendrán ventajas los países que restablecerán los procesos económicos de modo más operativo?
- El coronavirus determinó la profundidad y la dimensión de la crisis, pero no la misma crisis. De hecho es la misma crisis económica mundial del año 2008 que fue aplazada, convertida y que regresa. Ahora es una variante de la crisis con las consecuencias más dramáticas que hubo en 2008. Su aparición era completamente programada, la cuestión era si EEUU logra celebrar las elecciones presidenciales cuando llegue. El coronavirus dio posibilidad de acusarlo, resultó cómodo desde el punto de vista político.
Por eso no habrá ningún reinicio rápido porque la crisis consiste incluso en la redistribución de las zonas de influencia. Probablemente la economía global no existirá en construcción anterior, ya finalizó y nadie desea restablecerla. Resulta una zona estadounidense de la influencia que atraerá a Europa también y una zona china de la influencia que es antagonista a la estadounidense. Se queda el espacio eurasiático más India que intentan balancear entre dos partes. Rusia si analizamos fuera del espacio eurasiático tiene pocos propios recursos.
Para restablecer rápidamente es necesario entender que la tendencia a la globalización finalizó, la cambió la tendencia a la regionalización. El que podrá reorientarse rápidamente a los mercados regionales – para nosotros en primer lugar es el mercado euroasiático – podrá incrementar su importancia.
La tendencia importante será la sustitución de la importación porque muchas cosas será más barato producir y no comprar. Si entender que el abaratamiento de la producción se realiza mediante su digitalización, eso será un rumbo prometedor.
- ¿Cómo considera Usted, si tiene Belarús algunas ventajas en esta situación por no parar su producción por el coronavirus en diferencia de muchos países?
- Belarús en mucho está orientada al mercado postsoviético y sus éxitos dependen de la venta en este mercado. Si Belarús puede convertir su reserva de la expansión en este mercado, eso significa que su estrategia tiene éxito. Belarús tiene potencial, se puede aprovecharlo. Lo tiene conservado a pesar de la crisis porque el potencial belaruso se funda en dos componentes: la tradición de la producción industrial que consiste no solo en la existencia de plantas sino en la conservación del sistema de capacitación de cuadros técnicos. La capacidad de crear el potencial humano, la capacidad de educar a las cabezas posibles de pensar técnicamente, es un recurso muy importante. El segundo componente: el sector de tecnologías TI que hasta ahora se orientada al extranjero. El traslado de la esfera dicha al mercado interior puede ser muy prometedor. Si unir dos componentes, pueden tener resultados muy interesantes. Lo más importante es que haya mercado para eso.
- Algunos expertos decían sobre el hambre que nos espera después del coronavirus. ¿Si tendrán ventajas los países con el sector agrario desarrollado, inclusive Belarús que es famosa por sus alimentos?
- El sector agrario histórico es absolutamente crítico para la supervivencia y para la propia seguridad alimentaria, pero al mismo tiempo tiene parte no muy grande del valor agregado. Por eso el sector agrario es muy importante, se puede ganar con tal sector hasta si surgen algunos problemas de alimentos en el mercado mundial. Pero si se refiere a algunas superganancias, el complejo agrario no es lo mismo que la construcción de automóviles o aviones donde los beneficios son muy altos. Por otro lado, Belarús tiene montaje industrial final que en mucho determinaba el desarrollo del país en los tiempos soviéticos. La cuestión es solo cómo capitalizarlo, es que nadie quiere admitir a nuevos jugadores en el mercado mundial. Posiblemente Belarús podrá jugar en el espacio euroasiático si realiza sus intereses mediante la presidencia en la Unión Económica Euroasiática, cuanto más el representante belaruso Mijaíl Miasnikóvich encabeza la Comisión Económica Euroasiática.
- ¿Cómo Usted valora las acciones de la Unión Económica Euroasiática en condiciones del coronavirus? ¿Si pudo darse a conocer como una verdadera alianza?
No, no pudo, las decisiones se tomaban por los Gobiernos nacionales, la Comisión Económica Euroasiática resultó delante del hecho y no pudo elaborar su política aparte aunque tuvo tentativas. Las decisiones se tomaban por los Gobiernos nacionales, la UEE pagó por eso con el cierre de las fronteras, la violación de rutas tradicionales de suministros, todo eso perjudicó la Unión. Pero la UEE podrá darse a conocer, eso se espera, es que la Unión en calidad de un mercado es interesante a los jugadores no muy grandes. Para Belarús el mercado euroasiático es muy importante para que pueda ganar no solo con alimentos sino con la producción de alta tecnología. En el mercado euroasiático Belarús tiene sus llaves. La presidencia belarusa en la UEE debe ser aprovechada para la capitalización de su producción basándose en la síntesis del proteccionismo y preferencias. Sí, ideológicamente eso se distingue un poco de los principios que se ponían en el trabajo de la Comisión Económica Euroasiática, pero este camino sigue EEUU y de hecho sigue el demás mundo. Eso dará positivo a la misma Unión Económica Euroasiática y garantizará los propios intereses de Belarús.
Eduard Pivovar,
BelTA.-0-
