REGIÓN DE OSHMIANY, 29 mar (BelTA). – Los participantes del grupo musical infantil de Moldavia y sus padres, pasajeros del autobús al que no se permitió cruzar la frontera durante dos días, compartieron sus emociones sobre lo ocurrido y su alegría por poder regresar a casa, informa BelTA.
“Estamos felices. Por supuesto, tenemos muchas ganas de volver a casa. Ya deberíamos estar en casa. Es bueno que hayamos montado un escándalo y hayamos hecho pública esta situación. Aunque en realidad no queríamos irnos de Belarús, por eso probablemente nos devolvieron tres veces”, Aleksandra Podólskaya encontró fuerzas para bromear.
“Nos sorprendió una vez más la acogida. Pero sabíamos que sería así, porque esto es Belarús”, dijo Olga Pleshko. Destacó que en todas las ciudades de Belarús les habían recibido muy calurosamente y no les dejaron en un momento difícil. “La acogida en Belarús no tiene análogos en el mundo”, añadió.
Sus hijas, Nadia y Masha, contaron que les gustó mucho Belarús: la comida deliciosa, los juegos organizados en la escuela donde les acogieron temporalmente.
“De la gente del espacio postsoviético no se la puede sacarlo, siempre están dispuestos a prestar ayuda desinteresada. Con esta mentalidad se diferencian de la gente de Occidente. Allí todo es diferente. Me alegro mucho de que aquí sea así. Espero que nosotros también lo mantengamos”, declaró Natalia Myshkina.
Vladislav Guershgorin, presidente del Comité Ejecutivo de la región de Oshmiany, comentó la situación. “Siempre estamos dispuestos a ayudar. Dominamos la situación. Todos se fueron a casa. Espero y estoy seguro de que todo irá bien con los niños”, dijo. Los niños fueron alojados en una de las escuelas de la región, se les dio la oportunidad de ducharse, se les proporcionaron habitaciones y todo lo necesario para descansar y poder dormir, y se les dio comida caliente.
A la pregunta de por qué hubo problemas con el autobús que cruzaba la frontera lituana, el Encargado de Negocios Interino de la Embajada de Moldavia en Belarús, Nicolae Miinea, dijo: “El momento fue muy desafortunado. Era de noche. Hoy el problema se resolvió muy rápida y positivamente. Por la noche los lituanos dejan pasar a todo el mundo: ciudadanos de Moldavia, ciudadanos de Belarús y otros. Pero el problema tuvo que resolverse a otro nivel, en Vilna. Era necesario obtener permiso para que pasara el autobús”.
Los niños de Moldavia, a los que polacos y lituanos habían impedido cruzar la frontera durante dos días, partieron a casa. Los niños recibieron toda la ayuda necesaria de la parte belarusa: comida caliente, condiciones normales de estancia y la actitud más cálida.-0-
