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23 Abril 2024, 12:12

"El destino del país está en sus manos". Cómo Lukashenko cumple su palabra: imágenes únicas de la primera Asamblea Popular de toda Belarús

Los días 24 y 25 de abril en Belarús se celebrará la primera sesión de la VII Asamblea Popular de toda Belarús. Y la primera en el nuevo estatus constitucional de este órgano, que jugó un papel clave en la historia de la Belarús soberana.

En un periodo complicado para el país, en plena lucha política y problemas socioeconómicos, el Presidente Aleksandr Lukashenko pidió apoyo al pueblo, convocando la primera Asamblea Popular de toda Belarús en octubre de 1996. En el Palacio de Deportes de Minsk, la sala más espaciosa del país en aquel entonces, casi 5 mil personas se reunieron en un Consejo, encabezado por el Jefe de Estado. Entre ellos, trabajadores y agricultores, jefes de empresas y organizaciones, representantes de organismos públicos, trabajadores de la esfera sociocultural, estudiantes, empresarios, militares, jubilados, representantes de las diásporas, diplomáticos. En vísperas del foro, se celebraron miles de reuniones en todo el país, a las que asistieron alrededor de 2,5 millones de personas.

Los periodistas de BelTA encontraron en los archivos el discurso del Jefe de Estado en la primera Asamblea celebrada en 1996 para ver de qué habló Aleksandr Lukashenko en ella, qué prometió a la gente y cómo aquello corresponde a lo que el país tiene ahora. Anticipando un poco, destacaremos lo principal: la posición del Presidente sobre los temas clave sigue siendo la misma durante tres décadas, y mucho de lo que fue pronunciado entonces suena no menos relevante e incluso profético en la actualidad.

Las decisiones tomadas en aquella Asamblea, y un mes más tarde aprobadas en un referéndum, formaron las líneas políticas de la Belarús actual, modernizaron la estructura del poder y fijaron las prioridades para el desarrollo del país. En las tierras bielorrusas, desde la antigüedad, los problemas más difíciles se resolvían en las reuniones populares. Fue esa la razón por la cual el Jefe de Estado decidió iniciar la convocatoria de la primera Asamblea Popular de toda Belarús.

Su discurso en aquella ocasión el Presidente lo comenzó, dirigiéndose a los delegados con las siguientes palabras: "En la primera Asamblea Popular de toda Belarús, nos enfrentamos a una elección. Permitir a Belarús que siga siendo rehén en manos de aquellos políticos que anhelan venganza por sus derrotas. O establecer el orden público adecuado y poner todas nuestras fuerzas, las fuerzas del pueblo, en la solución de los problemas urgentes. Estos mismos días se decide el destino no del Presidente Lukashenko, no del instituto de la presidencia, sino el destino de todo el pueblo belaruso".

"Para mí, servir al pueblo no son palabras vacías, porque para mí es lo que hago a diario. Cumpliendo con la voluntad del pueblo que me había elegido, trato de seguir sus exigencias, hago todo lo posible para salvar el país. Y ahora, cuando tenemos que dar un paso decisivo para el desarrollo económico y social, para la reforma del sistema político, quiero consultar con ustedes, quienes representan en esta sala a todo el pueblo belaruso", añadió el Presidente.

Pasadas casi tres décadas, en marzo de 2024, en una reunión dedicada al 30º aniversario de la Constitución, Aleksandr Lukashenko enfatizó que las autoridades en Belarús estaban haciendo todo lo que había sido prometido hace 30 años. "Tenemos cumplido lo que habíamos prometido. Porque hay a quiénes preguntárselo y quiénes deben responder. Consagramos constitucionalmente el derecho de cada persona a un nivel de vida digno. Y estas no son declaraciones, sino nuestra política verdadera y logros verdaderos", subrayó el líder  belaruso.

TRES PRIORIDADES: EXPORTACIONES, VIVIENDA, PRODUCTOS ALIMENTICIOS

"No permitiremos a nadie que saquee el país"

De toda la gama de problemas que enfrenta el estado, el Presidente destacó en primer lugar los problemas económicos: cómo mejorar el nivel de vida de la gente, evitar el desempleo masivo, garantizar a cada persona una vejez digna. "Aquellos que antes se beneficiaban impunemente de la inflación y el robo, ven las medidas del Presidente para restablecer el orden como un desastre", dijo.

El Jefe de Estado señaló que para el momento de su elección como Presidente, todos los objetos más valiosos en Belarús ya estaban preparados para ser repartidos, y "toda la cúpula y sus séquitos sabían qué recibirían". "La elección para el cargo del Presidente de un hombre procedente del pueblo frustró todos sus planes. Y saben que mientras haya un Presidente popular, no permitiremos a nadie que saquee el país", subrayó el líder belaruso.

En el programa propuesto para el desarrollo socioeconómico del país hasta el año 2000 fue anunciado que Belarús tomaba el rumbo hacia la formación de una economía de mercado socialmente orientada.

En los primeros años de la presidencia de Aleksandr Lukashenko, a pesar de una crisis política interior permanente, el país logró estabilizar en gran medida la situación económica y crear la base para el crecimiento posterior. Se detuvo la disminución de la producción, se logró conservar la agricultura y obtener una buena cosecha. "Comer el pan y la carne propia, tomar la leche propia. Posiblemente, hoy somos el único país en la CEI que es capaz de autoabastecerse gracias al trabajo de sus campesinos", dijo el líder belaruso en la primera reunión de la Asamblea Popular.

Es importante que Belarús se haya mantenido alejada de transformaciones radicales del mercado, siempre acompañadas con un desempleo masivo. "No permitimos ni permitiremos despidos masivos. La tarea que estoy planteando ante el gobierno es una tarea difícil: si la reforma exige la disminución de empleos, la gente no puede ser echada a las calles. Deben ser creados nuevos puestos de trabajo para ellos. Y es deseable que sea en la misma empresa", enfatizó el líder belaruso.

Aleksandr Lukashenko propuso superar los fenómenos de crisis en la economía a expensas de un poderoso avance, que es posible únicamente en caso de que exista una política económica dinámica y bien pensada.

El desarrollo de las exportaciones de bienes y servicios, la construcción de viviendas y el desarrollo del complejo agroindustrial fueron definidos como áreas prioritarias en el programa propuesto por el Jefe de Estado.

Cabe señalar que todas estas y otras tareas tuvieron que ser resueltas en el contexto de la liquidación de las consecuencias del desastre de Chernóbil. El país después de la desintegración de la Unión Soviética se quedó con este problema a solas, y el Jefe de Estado la recuperación de los territorios afectados la convirtió en su tarea personal.

Sobre las exportaciones y la calidad: "Todo el mundo tiene que trabajar para conseguirlo"

Hoy en día, el tema de la expansión de las exportaciones, la búsqueda de nuevos mercados, el aumento de la calidad y la competitividad de los productos nacionales sigue siendo actual. Aleksandr Lukashenko reiteró en varias ocasiones que el país no había desperdiciado ni rechazado el patrimonio soviético en forma de sus empresas grandes que habían trabajado para toda la Unión. De lo contrario, Belarús soberana ha conservado estas competencias y las ha desarrollado, creando nuevas industrias basadas en ciencia y tecnologías.

Estos problemas eran especialmente palpitantes para un Estado muy joven a mediados de los 90. "Los principales mercados de venta de productos de la industria belarusa están fuera de nuestro estado. Pero si en la época de la Unión Soviética la comercialización no era un problema, hoy la situación es diferente. Es más fácil producir productos que venderlos", dijo Aleksandr Lukashenko. "En este contexto, debemos enfocarnos en aumentar la competitividad de los productos. Para ello, tenemos previsto el apoyo estatal a la ciencia, la transición a las tecnologías de ahorro de recursos y el desarrollo de industrias de alta tecnología, el aumento de la calidad y la reducción del costo de la producción. Además de conservar los mercados tradicionales en Rusia y otros países de la CEI, tenemos que luchar por unos nuevos. Todo el mundo tiene que trabajar para conseguirlo".

Sobre la agricultura: "La tierra necesita un propietario prudente"

Muchos recuerdan aún los mostradores vacíos de las tiendas de alimentos en el período de los últimos años de la URSS y el pollo importado de los Estados Unidos en el espacio postsoviético. Toda esta confusión y escasez, a veces incluso creada artificialmente por las propias autoridades, afectaron a los productores agrícolas. Las palabras "economía colectiva" o "granja colectiva", "aldea" y "pueblo" comenzaron a adquirir un sentido peyorativo de algo atrasado y no moderno.

Naturalmente, Aleksandr Lukashenko no podía aceptar tal estado de cosas. Luego aparecería un programa estatal para el renacimiento y desarrollo de las aldeas, se construirían pueblos agrícolas, Belarús se convertiría en uno de los líderes mundiales en la exportación de ciertos productos alimenticios. Pero todo ello ocurrió más tarde, y mientras tanto, era necesario resolver el problema principal: la tierra. En aquellos años difíciles, había peligro por parte de los que querían enriquecerse rápidamente, vendiendo ese patrimonio nacional. Y no es necesario ir muy lejos para ver las consecuencias y los ejemplos negativos de la venta de la tierra nacional en otros países.

Esta es la razón del porqué la cuestión de la tierra es una de las más importantes, que se discutió en la primera Asamblea Popular. Y un mes después, en noviembre de 1996, la mayoría de los ciudadanos del país votaron en un referéndum en contra de la compra y venta de tierras libre y sin restricciones.

"Las exportaciones agrícolas son una importante fuente de ingresos en divisas. En cuanto a la estrategia de reforma de la agricultura, debe conservar todo lo que se ha mostrado bueno en la práctica y debe garantizar la introducción gradual de nuevos métodos de gestión", dijo Aleksandr Lukashenko. "Trabajar en la tierra no tolera el aventurerismo. La tierra necesita un propietario prudente. Y es nuestra responsabilidad de garantizárselo, por lo que la cuestión de la propiedad privada de la tierra, es decir, la compra y venta de nuestra tierra, tiene una importancia fundamental".

El Jefe de Estado, teniendo una experiencia propia en la agricultura, dijo directamente a qué podrían llevar las propuestas de los superreformadores. La tierra simplemente podría convertirse en un objeto de compra y venta especulativa, y los campesinos que trabajaban en ella podrían encontrarse en la posición de marginados o esclavos.

"Tomemos en cuenta la experiencia de nuestros vecinos. Los descendientes de los que habían poseído la tierra antes de 1917 pueden aparecer también y reclamar sus derechos sobre la parte de nuestra tierra. ¿Qué le quedará entonces a nuestro campesino, que ha regado esta tierra con su sudor y su sangre? Nada. Y tengan en cuenta que al mismo tiempo puede comenzar un "cambio negro" cuando la gente se enfrente unos contra otros", señaló el Jefe de Estado. "Una pregunta más es esta: ¿Qué harán los gobernantes de aquellos países cuyos ciudadanos compren tierras belarusas? ¿Y si declaran Belarús como zona de sus intereses? Esto es lo que preocupa a la gente común, y hay razones para ello. Ni el Presidente, ni el Consejo Supremo pueden resolver por sí solos la cuestión de la tierra. Porque es el destino de nuestros hijos, nietos y bisnietos. Solamente el pueblo puede hacerlo. Él sabe el precio de nuestra tierra y del pan. No tenemos nada, excepto la madre tierra. Es la única riqueza que tenemos".

Sobre la construcción de las viviendas: "Es una de las locomotoras para sacar la economía de la crisis"

Aleksandr Lukashenko entendía claramente que la esfera de la construcción era un espejo de la economía. Además, ya había recursos de construcción propios y organizaciones disponibles. Todo ello significaba los puestos de trabajo. Además, los residentes de un nuevo apartamento necesitaban hacer reparaciones y comprar muebles, electrodomésticos. Es decir, había necesidad de una gran lista de productos nacionales.

"La construcción de viviendas no supone únicamente el apoyo de los necesitados. Es una poderosa rama de la economía nacional, que a su vez puede convertirse en una de las principales locomotoras para sacar la economía de la crisis. Por un lado, revitalizará todo el sector de la construcción. Por otro lado, resolverá el problema social más importante: garantizar de hecho el derecho constitucional a la vivienda", dijo el Presidente en la primera Asamblea Popular.

En la misma línea, el Jefe de Estado habló sobre el desarrollo del sector real de la economía: "El aumento de la eficacia de la producción, el desarrollo del sector real de la economía no son necesarios por sí mismos. La solución de estos problemas, basada en la reforma constitucional, debe mejorar la vida del pueblo belaruso".

El Jefe de Estado prestó entonces una atención especial al sector de servicios poco desarrollado, prometiendo asignar significativamente su perfección, estimularlo mediante la ayuda de la política fiscal.

PRIVATIZACIÓN, BANCOS Y PRECIOS

"Hemos detenido la privatización ilegal".

Igual que en el tema de la tierra, Aleksandr Lukashenko llamó a que la cuestión de la privatización de la propiedad sea tratada con cuidado, especialmente en relación con las empresas exitosas. Desafortunadamente, en los años 90 en el espacio postsoviético hubo muchos ejemplos de cómo los empresarios muy "emprendedores" y los representantes de la criminalidad de la noche a la mañana se convirtieron en propietarios de industrias enteras. En Belarús fue interrumpido el desarrollo de la misma situación.

Sin negar la importancia de la existencia de la propiedad y de las empresas privadas, el Presidente ya en 1996 declaró que la experiencia acumulada en las repúblicas de la antigua Unión Soviética no era perfecta. "A la luz de esta experiencia, sorprende el enfoque de quienes me critican tanto en el Occidente como en el Oriente, que evalúan el progreso de las reformas en la república según el porcentaje de las empresas privatizadas. Cuanto más alto es este indicador, tanto mejor van las reformas, opinan. No les importa si la desnacionalización se efectúa de manera justa o si la propiedad pública simplemente se saquea, si las empresas privatizadas funcionan mejor o ya no pueden funcionar y sus trabajadores se han quedado en la calle. Hemos interrumpido el desarrollo de la privatización ilegal, de la que muchos han logrado aprovecharse", dijo Aleksandr Lukashenko.

Al mismo tiempo, en Belarús no han rechazado la privatización civilizada. Según el Jefe de Estado, ésta se basa en dos criterios principales. Primero, después de la privatización, la empresa debe trabajar de manera más eficiente. En segundo lugar, la desnacionalización y la privatización deben efectuarse siguiendo los intereses de toda la población, y no de los ladrones ni estafadores.

"La privatización debe realizarse únicamente con el consentimiento de los colectivos laborales. Su voto es decisivo en cuanto a las cuestiones de empleo y otras cuestiones sociales de la vida de la empresa. Apoyamos un comienzo sano en la actividad empresarial, pero nos oponemos al deseo de arrebatar por medios criminales los trozos gordos de la propiedad estatal", subrayó el líder belaruso.

Sobre la tarea de los bancos: "Invertir en producción y no especular con los créditos"

En cuanto al restablecimiento del orden en la esfera monetaria y bancaria, Aleksandr Lukashenko en la primera reunión de la Asamblea Popular de toda Belarús planteó la siguiente tarea: invertir el capital bancario en la producción, y no en la especulación con los créditos. En aquel periodo, la tarea prioritaria para el gobierno y el Banco Nacional seguía siendo la formación del tipo de cambio del rublo belaruso respecto a las monedas extranjeras, de lo cual dependía no solamente el bienestar de las empresas exportadoras, sino también de toda la población.

Sobre los precios: "El aumento debe realizarse teniendo en cuenta los ingresos de la población"

Aleksandr Lukashenko prometió a la gente que la política de precios se basaría tanto en el uso flexible de los mecanismos de mercado como en la regulación adecuada de los precios y tarifas de los productos y servicios de las empresas monopolistas por parte del Estado. De hecho, este enfoque sigue siendo vigente hasta el día de hoy. El Presidente, igual que antes, llama a la responsabilidad y la exige al gobierno por los casos de aumentos injustificados de los precios, si se revelan. Y el crecimiento de las tarifas y los servicios se pronostica por el Estado, por lo que no impacta al presupuesto de los ciudadanos.

"El aumento de los precios y las tarifas, especialmente en relación con la vivienda y los servicios públicos, se llevará a cabo teniendo en cuenta los ingresos de la población. No vamos a seguir el camino de aquellos países que han establecido tarifas para la vivienda y los servicios públicos que exceden las pensiones y los salarios de la mayoría de la población", dijo el Jefe de Estado en 1996.

LA ESFERA SOCIAL Y EL RENACIMIENTO ESPIRITUAL

"La tarea del Estado es garantizar que la población, en vez de sobrevivir, viva sin miedo por su futuro".

Belarús es un estado social. Este concepto es el eje de toda la vida de la sociedad, desde los problemas de la formación de precios ya mencionados hasta el pago de pensiones, subsidios para niños, acumulación de capital familiar. Actualmente, la mayoría de la gente percibe estos logros y beneficios como algo natural e inequívoco, pero la situación fue diferente a principios de los 90. Incluso, la puntualidad de los pagos de pensiones, por ejemplo, era un problema grave, y eso sin que mencionemos sus montos y el poder adquisitivo. Sin pan en la mesa y sin confianza en el futuro, las cuestiones de la espiritualidad quedaban atrás, porque cedían a lo material.

Uno de los mensajes clave, expuestos por Aleksandr Lukashenko en la primera Asamblea Popular de toda Belarús, fue el siguiente: "La tarea del Estado es garantizar que la población, en vez de sobrevivir, viva sin miedo por su futuro y por la seguridad de sus hijos. Para que la gente tenga pan en la mesa y otras cosas, además del pan, para que haya suficiente dinero para las vacaciones, para comprarse la ropa nueva para sí mismos y para los niños".

"Confío en que haremos que el bienestar reine en nuestros hogares y nuestras familias", subrayó el Jefe de Estado.

Sobre el apoyo estatal: "No debe ser total, sino selectivo"

Aleksandr Lukashenko aseguró que la prioridad de la política del Presidente seguirá siendo la protección de los derechos e intereses de los ciudadanos: "Cada persona, cada grupo social puede contar con la ayuda estatal, pero este apoyo no debe ser total, sino selectivo, diferenciado, teniendo en cuenta las capacidades del Estado y de la población".

"Apoyaremos, sin duda, a las personas que por motivos de edad o de estado de salud, no pueden mantener a sí mismos. Y quienes pueden trabajar tendrán la oportunidad de trabajar y ganar", dijo el Presidente.

El Estado ha asumido conscientemente la pesada carga de mantener a flote una serie de grandes producciones. Ha sido una medida imprescindible para evitar que miles de personas terminen en la calle.

Sobre la demografía: "Al apoyar a la familia, garantizamos el futuro para nuestro pueblo"

Otra promesa cumplida es el apoyo a la familia, la maternidad y la infancia. En 1996, sonó solo como una promesa, pero pasadas casi tres décadas, nadie puede reprocharlo al Presidente ni a las autoridades en general, porque no resultaron vacías.

Estos son los problemas de los cuales el Presidente habló en la primera Asamblea Popular de toda Belarús: "La disminución de la natalidad, de matrimonios, el aumento del número de divorcios, de huérfanos: este es el precio grave que tenemos que pagar por la falta de atención al instituto tan importante de la sociedad durante los últimos 10 años. Al apoyar a la familia, garantizamos el futuro para nuestro pueblo. La consolidación de la familia implica una mayor preocupación del Estado por la situación de la mujer en nuestra sociedad. Las dificultades que vive la economía repercuten en las mujeres. Me refiero a la reducción de la cantidad de los jardines de infancia, así como de los puestos de trabajo, que son ocupados principalmente por las mujeres. Y mantener el hogar familiar es también un gran trabajo".

Aleksandr Lukashenko aseguró que en el país continuarían apoyando a las familias de bajos ingresos con niños, familias numerosas.

Sobre los jóvenes: "Contra los abusadores de las almas jóvenes, usaremos toda la fuerza de la ley"

Los jóvenes de los mediados de los 90 ahora son personas muy maduras, que se realizaron profesionalmente, criaron a sus hijos. Y lo más importante es que tienen una experiencia de vida importante que da a comprender cómo a los jóvenes los intentan involucrar a veces en los juegos políticos sucios. Tanto entonces como en 2020, los autores de los proyectos de revoluciones de color apostaron por los jóvenes.

"Mientras el Presidente y el gobierno intentan ayudar a los jóvenes, los políticos falsos, guiados por el principio de "cuanto peor, mejor", tratan de usar a los jóvenes para alcanzar sus propios objetivos egoístas. Aprovechando la credulidad de los jóvenes sin experiencia, los involucran en las actividades extremistas. Los instigadores a menudo salen limpios de la situación, escapan de la responsabilidad, y los jóvenes engañados sufren", dijo el Jefe de Estado.

También habló sobre la inadmisibilidad de que el Estado no se centre en el trabajo con los jóvenes, incluida la posible ayuda que necesitan, porque son los jóvenes los que sufren principalmente, incluso de una crisis espiritual. Al mismo tiempo, Aleksandr Lukashenko llamó a la iniciativa y al cumplimiento responsable del deber civil por parte de los propios jóvenes.

"Desde esta tribuna quiero llamar a mis oponentes políticos que no toquen, si tienen conciencia, a los jóvenes. No mutilen el destino de los jóvenes que recién comienzan a vivir. Y les advierto: contra los abusadores de las almas jóvenes usaremos toda la fuerza de la ley y de la opinión pública", subrayó el líder belaruso.

Sobre la educación: "Por difícil que es y que sea, asignamos fondos y continuaremos haciéndolo en adelante"

Sin educación de calidad no hay futuro. Y lo que en 1996 se percibía como nuestro futuro ahora es nuestro presente. A pesar de los tiempos difíciles para el país, el Estado invirtió en esta esfera, y ahora vemos que no fue inútil.

Los fondos invertidos en educación en tiempos difíciles para el país dieron un gran resultado. Basta con decir que el número de universidades ha crecido de 33 a 50, y los ciudadanos de cientos de países del mundo vienen a estudiar a Belarús. Y otro resultado de las inversiones es el hermoso Campus Estudiantil de Minsk.

"Daremos un contenido sustancial al derecho constitucional a la educación. Por difícil que es y que sea, asignamos fondos y continuaremos haciéndolo en adelante para actualizar la base material y técnica, la formación, la protección social de los alumnos, estudiantes, estudiantes de posgrado, personal docente", prometió Aleksandr Lukashenko a la gente. "Vamos a encontrar fondos para construir y poner en conformidad con las normas los espacios educativos y las residencias".
El Jefe de Estado llamó también la atención a la relación de la educación con las empresas y la producción, habló sobre las mejoras en la situación material del personal docente y el aumento del prestigio de la actividad pedagógica.

En cuanto a la esfera científica, Aleksandr Lukashenko reprochó a los equipos científicos el resultado: a pesar del dinero invertido, el rendimiento de la investigación, especialmente la aplicada, estaba lejos de la requerida. "Es necesario reducir el aparato burocrático en la gestión de la ciencia. Los fondos liberados deben destinarse para apoyar las escuelas científicas y a los jóvenes talentosos", dijo.

Sobre la medicina: "El Estado ve los problemas existentes y busca formas de resolverlos"

En la primera Asamblea Popular de toda Belarús, Aleksandr Lukashenko señaló que el estado de salud de la nación se había debilitado drásticamente, aunque el sistema estatal de salud trató de mantener los volúmenes alcanzados de asistencia médica.

"Solo el sistema estatal de asistencia médica podrá proporcionar el mínimo de atención médica a la población. El Estado ve los problemas existentes en esta esfera y busca formas de resolverlos. Estamos hablando de la deuda de las instituciones de salud, el nivel bajo de salarios de los médicos, la fuga del personal altamente calificado", dijo el Presidente.

Anunció el regreso al sistema estatal de inmunización de la población, otros programas estatales de prevención de enfermedades. Todo esto en la década de los 90 permitió minimizar los casos de una serie de enfermedades, especialmente en los niños. Por ejemplo, como la difteria y el sarampión. Y el período de la reciente pandemia, el sistema de salud nacional ha resistido aún más exitosamente que los países occidentales más ricos.

Sobre el deporte: "No es normal que se haya establecido una oficina funeraria en un gimnasio"

Se sabe que Aleksandr Lukashenko es promotor del deporte y de un estilo de vida sano. Fútbol, hockey, tenis, esquí ... No es toda la lista de pasatiempos deportivos del líder belaruso. Hubo críticas del Presidente por su excesiva pasión por la construcción de palacios de hielo y otras instalaciones deportivas. Sin embargo, nadie podrá calcular, a cuántos muchachos, especialmente en las regiones, estas instalaciones deportivas dieron oportunidades que se convirtieron en una alternativa real en las condiciones difíciles.

"Es necesario recuperar nuestras buenas tradiciones del movimiento masivo de cultura física, el ocio organizado, desarrollar el turismo individual, familiar y colectivo. Es necesario fortalecer la salud de las personas con educación física y deportes, en vez de esperar a que se enfermen", enfatizó el líder belaruso en la Asamblea Popular. Prometió aumentar la financiación tanto para los grandes deportes como para la educación física.

Y otra frase que permite comparar en contraste el pasado y el presente. "Desde 1997, todas las instalaciones deportivas y turísticas se utilizarán solo para el propósito previsto. No es normal que en Gómel se haya establecido una oficina funeraria en el gimnasio y en Minsk se vendan coches extranjeros en el edificio de la piscina", dijo Aleksandr Lukashenko.

Sobre la cultura: "No permitiremos que la literatura y el arte sean víctimas de un mercado frenético"

En cuanto a la esfera de la cultura, en la primera Asamblea Popular, Aleksandr Lukashenko no fue demasiado detallado por la abundancia de otros problemas. Pero el Presidente dijo lo principal: sobre la conservación del fondo cultural, medios para apoyar a los mejores colectivos creativos, planes para aumentar el salario de los intelectuales de la esfera artística.

"Belarús sigue siendo el lugar de celebración del festival "Slavianski bazar" y de otros foros internacionales importantes", señaló Aleksandr Lukashenko. "Por supuesto, la cultura debe aprender a vivir en condiciones de mercado. Pero no permitiremos que la literatura y el arte sean víctimas de un mercado frenético".

Sobre el desarrollo espiritual: "El problema del renacimiento de la espiritualidad es tan agudo como la superación de la crisis económica"

En su discurso, el Presidente se centró también en el tema de la religión y la salud espiritual de la nación.

"Durante muchas décadas habíamos vivido en un país donde el ateísmo era parte de la ideología estatal. Cuando todo ello se derrumbó, llegó el momento de la falta de espíritu, la confusión y la vacilación. Es percibida por muchas almas sensibles como una gran tragedia", dijo el Presidente. "El problema del renacimiento de la espiritualidad del pueblo es tan agudo como la superación de la crisis económica y el aventurerismo político. Sólo en el camino del renacimiento espiritual nuestro pueblo podrá librarse de los graves vicios de la delincuencia, embriaguez, adicción a las drogas, demonios del lucro y libertinaje".

"Esta es una tarea no solo para nuestro pueblo, sino también para todo el mundo eslavo, que está pasando por tiempos difíciles, tiempos de pruebas. Todos necesitamos ideas que nos consoliden el pueblo y aumenten el crecimiento creativo común", añadió el líder belaruso.

Sí, el Presidente no podía saber entonces que después de solo un par de décadas, los dos pueblos más grandes y más cercanos a los belarusos se reunirían en el campo de batalla. Pero las causas fundamentales del conflicto en realidad se señalaron incluso en aquellos años. Se trata de la falta de unidad y espiritualidad.

En cuanto a Belarús, tanto entonces como ahora, el Jefe de Estado habla de los valores cristianos que deben ser la base de la ideología estatal. "Estoy convencido de que son los valores cristianos los que podrán unir al pueblo belaruso y convertirse en la base de su renacimiento espiritual, convertirse en su idea estatal", dijo el Jefe de Estado en 1996.
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