MINSK, 4 ene (BelTA). – Belarús ocupó su propio nicho en el contexto moderno de la política y la economía exteriores, cita el resumen de los resultados de la política exterior de Belarús y la actividad del Ministerio de Asuntos Exteriores en 2017 publicado en la página web de la Cancillería belarusa, anuncia BelTA.
“Belarús consiguió ocupar su propio nicho en el contexto moderno de la política y la economía exteriores demostrando la capacidad de ser un agente regional independiente que genera unos enfoques constructivos de la resolución de los problemas de la actualidad”, subrayaron en el ministerio.
En la Cancillería destacaron que las grandes iniciativas de la política exterior del Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko (la promoción de las ideas de compatibilidad en Europa, la cooperación de las integraciones, la reanudación del diálogo paneuropeo con el fin de consolidar las medidas de confianza, la seguridad y la cooperación), se habían convertido en una expresión lógica de la agenda unificadora que propone Minsk a otros miembros de la comunidad mundial.
En 2017 la situación internacional se caracterizó por una alta inestabilidad, una combinación de tendencias centrífugas y centrípetas, los desequilibrios económicos, la falta de voluntad de los agentes mundiales para renunciar a sus propios intereses nacionales a favor del bien común. La evidente crisis de confianza en la región europea, en el amplio espacio eurasiático y en escala global demostró que la demanda de un diálogo constructivo y los compromisos aún supera la oferta.
“En dichas condiciones complicadas Belarús demostró en 2017 una gran resistencia ante los factores exteriores negativos, la capacidad de prevenirlos y disminuir sus consecuencias. Igual que antes, los esfuerzos de la diplomacia belarusa estuvieron orientados al desarrollo de una política exterior equilibrada y multilateral en el marco de las tareas del Presidente, protección integral de los intereses nacionales, fortalecimiento de la seguridad y estabilidad regionales”, agregaron en el ministerio.
En condiciones de la falta de confianza entre Rusia y el Occidente, la parte belarusa siguió siendo fiel a su cooperación estratégica con la Federación de Rusia, la orientación primordial a la integración en el marco de la Unión Económica Eurasiática, la interacción tradicional con los miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, la Comunidad de Estados Independientes. Por otra parte, Belarús continuó el fomento de unas relaciones constructivas y pragmáticas con la Unión Europea, Estados Unidos y otras potencias occidentales.
El vector estratégico chino de la política exterior belarusa recibió un nuevo contenido. Belarús fue entre las primeras en unirse a la realización del concepto del cinturón económico de la Ruta de la Seda en numerosas direcciones perspectivas.
Con el fin de diversificar los vínculos de la política exterior fue continuada la formación de unos nuevos pilares geopolíticos en las regiones lejanas (Asia, Oriente Próximo, África, América Latina).-0-
